Delincuentes trafican con medicinas para el Sida

En seis ciudades, bandas organizadas están negociando con medicamentos para pacientes con VIH
Los delincuentes esperan a los enfermos, les compran a bajo precio las medicinas que han recibido en las EPS y luego las revenden, o las adulteran.
Este mercado ‘negro’ con las drogas para infectados con el VIH y la forma como opera ha sido conocido por las autoriades por testimonios de enfermos que han sido víctimas de los estafadores.
Las propuestas son directas: “Oiga, señor, lamento mucho lo de su enfermedad, sé que es muy duro y tal vez esté pasando por muchas necesidades. La verdad, sabemos que usted es un enfermo terminal, pero le podemos ayudar. A usted esa medicina que le entregaron ya no le sirve y se la queremos comprar, se la pagamos de una ¿qué dice?”.
La Unidad Nacional de Propiedad Intelectual de la Fiscalía le sigue los pasos a estas organizaciones que, según las autoridades, se dedican a traficar ilegalmente con los costosos medicamentos entregados por las Entidades Promotoras de Salud (EPS) a los enfermos terminales.
El negocio ilegal es, según las autoridades, en modo alguno despreciable económicamente, si se tiene en cuenta que el precio de cada medicamento oscila entre 800.000 y 1’200.000 pesos, y los compran por cifras que no sobrepasan los 200.000 pesos.
Pero la compra a menor precio de los medicamentos a los propios enfermos es solo una de las irregularidades que ha descubierto la Fiscalía. Los investigadores también tienen información sobre un posible tráfico con las listas de los pacientes que reciben los tratamientos.
En las listas, los médicos consignan el estado clínico de los pacientes e incluso los días y horas en que asistirán a consultas de control en los hospitales y la fecha exacta en que recibirán los medicamentos por parte de su EPS.
“Es el momento en que aparecen los ‘chulos’, les enseñan el dinero a los pacientes y les proponen que les vendan la droga. Les dicen que ese dinero les servirá para la manutención de sus familias o para gastos personales”, dice un investigador.
Drogas falsificadas
Otra de las anomalías que ha encontrado la Fiscalía, durante los 12 meses que lleva la investigación, es que los delincuentes falsifican y adulteran las medicinas.
Esta situación, que no tenía antecedentes en el país, se conoció porque en clínicas de Bogotá, Cali, Popayán, Barranquilla, Bucaramanga y Cúcuta se halló que la droga que se les suministraba a los pacientes infectados con el VIH no les surtía efecto.
Las autoridades examinaron muestras de las medicinas y establecieron que habían sido adulteradas y, en algunos casos, falsificadas.
Frente a la grave situación, los representantes en Colombia de los principales laboratorios encargados del suministro de estas drogas especializadas denunciaron el ilícito y colaboran con la Fiscalía para llegar a los responsables.
Los resultados se empezaron a ver hace cuatro meses, cuando las investigaciones permitieron descubrir una fábrica ilegal y detener a dos de personas. “Se trata de algunos distribuidores que aparecen constituidos legalmente en empresas de fachada. Lo que hacen es falsificar las drogas”, indica un investigador.
Con las evidencias recolectadas la justicia logró vincular a procesos a 14 personas y dictar las dos primeras condenas.
Igualmente, entre julio del 2001 y marzo del 2005, la Fiscalía ha llevado a juicio a 64 personas por adulteración de medicinas para diferentes enfermadades. La investigación también ha determinado que los delincuentes trafican con medicinas vencidas. “Los delincuentes tienen sus contactos y las compran, luego manipulan los empaques y les cambian las fechas de vencimiento”, reveló el investigador.
Las autoridades han encontrado que las drogas son almacenadas en cajas de cartón en alcobas, sótanos y en cocinas, sin ningún tipo de protección y algunas deben permanecer a determinada temperatura,para su conservación.
Por ahora, para tratar de ponerle fin a estas actividades ilegales, la Fiscalía, junto con los enfermos, el Invima y la Andi, han incrementado los controles y las operaciones.
Las primeras condenas
La Fiscalía adelanta actualmente procesos penales contra 12 personas por el tráfico, adulteración y fabricación ilegal de medicamentos para infectados con el VIH.
Otras dos personas fueron condenadas dentro del nuevo sistema penal acusatorio.
Según las investigaciones, en una vivienda cuya fachada era un local de telefonía, en el centro de Bogotá, estas personas falsificaban todo tipo de drogas, entre ellas las que controlan las infecciones asociadas al VIH .
Fiscales, con el apoyo de agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), llegaron hasta allí y descubrieron medicamentos falsos y material utilizado para fabricarlas, como talco para los pies. También, las maquinas para empacarlas.
Los dos detenidos, cuyos nombres no se revelan porque la investigación continúa, aceptaron los cargos y fueron condenados a 30 y 36 meses de prisión. Aunque pueden ser excarcelados, el juez ordenó que deben cumplirla en la cárcel, por tratarse de personas que habían sido procesadas anteriormente por hechos similares.
Las penas por este tipo de delito oscila entre 28 meses y los 12 años.
Actualmente, en el Congreso cursa un proyecto que busca que este tipo de delito no sea excarcelable. “Es que esto es muy grave, eso es jugar con la vida de las personas”, indicó un investigador.
Durante el allanamiento, el CTI también encontró documentos que han servido para identificar a otras personas, como distribuidores, vendedores y compradores, entre otros.
En Barranquilla se sigue otro proceso contra reconocidos miembros de EPS, que estarían en el negocio ilícito.
‘Es una guerra del centavo’
Germán Humberto Rincón Perfetti, abogado defensor de pacientes con VIH, le dijo a EL TIEMPO que lo que está ocurriendo es una especie de ‘guerra del centavo’ del sistema de salud.
“Como todas las personas tienen derecho al tratamiento, esto está generando flujos de mercados irregulares de medicamentos. Si la persona vende el medicamento, la pregunta es ¿quién lo va a comprar?”.
El abogado dice que también se han presentado casos en los que a los pacientes les ofrecen cambiarlos por otros.
“Ningún paciente está comprando medicinas en Colombia. Sucede que como hay unos medicamentos que son más costosos, se presenta el fenómeno en el cual la persona sale y le dice: ‘¿Sabe qué?, le compro estos medicamentos, pero para que usted no se quede sin medicamentos le entrego estos otros que también son retrovirales. De tal forma que yo le hago el favor para que usted no se quede sin medicación’”.
Perfetti dijo que solo en Bogotá hay unas 8.000 personas que reciben estas drogas.
REDACCIÓN JUSTICIA

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