El gobierno estadounidense acusó a Cuba y Venezuela de fomentar el descontento social en Bolivia que provocó la caída de dos presidentes en los últimos dos años.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que contaba con evidencia de que los dos países mencionados estuvieron involucrados en las crisis bolivianas.
Rumsfeld llamó a un acercamiento multilateral a los problemas de los países latinoamericanos porque, a su juicio, las soluciones independientes para cada país no funcionan.
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El encargado de la Defensa del gobierno de George Bush hizo estas declaraciones desde la capital paraguaya, Asunción, donde llegó el martes en la primera escala de una gira a Suramérica que incluirá a Perú.
Las presiones estadounidenses
Tom Gibb, corresponsal de la BBC en Sudamérica, señala que no será fácil para EE.UU. tratar de persuadir a líderes de la región para que cooperen con sus planes, especialmente en momentos en los que Argentina y Brasil están mejorando sus relaciones políticas y económicas con Venezuela.
Los dos países elegidos por la Casa Blanca para la visita de Rumsfeld -Paraguay y Perú- comparten frontera con Bolivia, escenario de masivas protestas indígenas en los últimos dos años.
Según Tom Gibb, el gobierno estadounidense está extremadamente preocupado ante la posibilidad de que el líder cocalero Evo Morales, uno de los protagonistas de las movilizaciones, gane las elecciones presidenciales de diciembre próximo.
Pero no sólo eso. Las declaraciones de Rumsfeld también se enmarcarían dentro de las difíciles relaciones bilaterales entre Washington y Caracas.
«Esta acusación es parte de los intentos estadounidenses por aislar al presidente venezolano, Hugo Chávez», dijo Gibb.