WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
Un capitán de la Seguridad del Estado que presuntamente se hallaba en la base naval de Guantánamo como refugiado político tras escapar de Cuba, fue entregado a las autoridades cubanas y permanece encarcelado en una prisión de La Habana, revelaron anoche sus familiares en el sur de la Florida.
Según testimonios recibidos por vía telefónica desde Cuba, Guillermo Alfonso Alfonso estaría en una celda de Villa Marista, sede del Ministerio del Interior (MININT), luego de ser repatriado a la isla por agentes del Departamento de Seguridad Territorial (DHS).
»Estoy destrozada, porque lo que le han hecho a mi marido es una gran injusticia», expresó Adria Elena Madruga, la esposa, residente en West Palm Beach. «Yo contaba con este país como protector, pero me siento desilusionada».
Madruga recibió ayer una llamada telefónica desde Cuba para informarle que Alfonso había sido visto en Villa Marista por oficiales del MININT, ex compañeros suyos, quienes a la vez lo comunicaron a sus parientes en La Habana. Al parecer, el detenido se encuentra allí al menos desde el pasado domingo.
Anoche fue imposible contactar a funcionarios del DHS en referencia al incidente. Como política establecida, el gobierno de EEUU no ofrece información sobre casos de asilo político alegando un criterio de privacidad.
»Su madre [en Cuba] está tirada en una cama desde que se lo dijeron», agregó Madruga, quien emigró a EEUU en febrero del 2004 con el único hijo del matrimonio, Guillermo, de 16 años.
Alfonso, de 39 años, salió por Playa Baracoa, al noroeste de La Habana, el pasado 30 de julio en una presunta operación de contrabando humano. La embarcación, con 29 personas a bordo, fue hallada horas después, a 45 millas de Big Pine Key. El Servicio Guardacostas encontró en la lancha a un hombre inconsciente que fue declarado muerto en el Hospital Jackson Memorial de Miami.
La mayoría del grupo fue repatriada a comienzos de agosto, pero Alfonso permaneció en un escampavías mientras funcionarios de inmigración revisaban su petición de refugio político, basada en los peligros que correría su vida de ser enviado a la isla.
Alfonso se integró a los órganos de Seguridad del Estado en 1983 y hasta el pasado abril se desempeñó como jefe de abastecimientos en el Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) en La Habana.
