Brasilia. El diputado Roberto Jefferson, quien detonó en junio la crisis política que afecta a Brasil, perdió anoche su mandato legislativo por decisión mayoritaria de la Cámara de Diputados, que acogió un pedido del Consejo de Etica de la corporación legislativa.
La decisión fue adoptada en votación secreta por 313 sufragios a favor, 156 en contra, 13 abstenciones, 5 en blanco y 2 nulos, para un total de 489 diputados que votaron entre los 513 que integran la Cámara Baja del Congreso brasileño, reportó AFP.
Era necesario un total de 257 votos para que Jefferson, quien llevaba seis mandatos consecutivos en el legislativo, perdiera su curul. El gubernamental Partido de los Trabajadores (PT) tiene mayoría en la Cámara con 89 representantes.
La decisión se produjo a tres meses del peor escándalo de corrupción en Brasil, que mantiene en jaque al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Jefferson afirmó que estaba tranquilo y que en caso de perder su curul se dedicaría al canto lírico, indicó AP.
«Estoy listo para lo que salga y venga», dijo Jefferson. «Quiero acabar ya con este sufrimiento», comentó.
La destitución es la última etapa de un juicio político. El proceso a Jefferson fue solicitado por el Partido Liberal (PL) en junio pasado.
Las normas internas del Congreso brasileño establecen que la destitución debe ser sancionada por al menos 257 diputados, es decir, la mayoría simple de los 513 legisladores.
En la apertura de la sesión el enjuiciado puede presentar sus alegatos.
La pérdida del mandato es la pena más alta de la política brasileña. El convicto tiene prohibido por dos períodos _ocho años_ postularse a cargos de elección popular.
Analistas y legisladores daban por hecho la destitución de Jefferson, quien parecía contar sólo con el respaldo de su propio partido.
«Votaré a favor. Esta casa no es abrigo para hacer de todo», dijo la diputada Denise Frossard, del Partido Progresista Social (PPS). «Estamos comenzando a hacer la limpieza del Congreso y eso es sano».
«Los diputados harán una cuenta de costos y beneficios entre salvar a Jefferson y arriesgarse a perder sus mandatos» en las elecciones de octubre de 2006, dijo Antonio Augusto de Queiroz, analista de la firma DIAP Consultants en Brasilia. «O destituyen a Jefferson o todos serán destituidos en las elecciones», agregó.
Pero para los miembros del partido de Jefferson, es una injusticia «con alguien que hizo un servicio al país al denunciar todo», dijo el diputado Nilton Capixaba.
Jefferson, del laborista Partido Trabalhista Brasileño (PTB), reveló a un diario que el PT, del presidente Lula, había pagado en 2003 y 2004 «maletas de dinero» en sobornos a legisladores aliados.