Santiago de Chile (dpa) – El jefe del servicio secreto colombiano, Jorge Noguera, reiteró que la guerrilla de las FARC se ha infiltrado en varios países de la región para hacer contactos con organizaciones de la delincuencia común, según declaraciones que publica hoy la prensa de Santiago.
«Estos miembros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que antes se dedicaban a hacer una labor política, a tratar de abrir espacios y algún tipo de diplomacia, entre comillas, en los países de la región, hoy están dedicados a tener contactos ya no con movimientos de izquierda o sindicalistas, a quienes les hacían creer que ellos eran reivindicadores de derechos sociales, sino con organizaciones criminales», dijo Noguera.
El director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), dijo al diario «El Mercurio» que las investigaciones de su organismo lo llevan a decir que el grupo armado marxista ha tratado de infiltrarse en Argentina, Brasil, Chile, Honduras, Paraguay y Venezuela, entre otros países.
Según Noguera, el cambio de estrategia de las FARC para buscar nexos con grupos criminales obecede a que en muchos países ya no miran a la guerrilla colombiana con el criterio «romántico» de antaño desde que se conocieron sus vínculos con el narcotráfico.
«Después de que las FARC fueron tocadas por el narcotráfico, se convirtieron en un verdadero cártel de ese negocio ilícito. Fue así como perdieron las poquísimas simpatías que tenían en el mundo y empezaron a buscar otras formas de someter la voluntad de las personas, ya no a través de simpatías ni de discursos políticos, sino a través de la fuerza y del terrorismo», expresó el jefe policial.
«Puedo decir que Chile y Argentina han sido infiltrados por las FARC. Tenemos noticias de que han hecho presencia también en Paraguay. Acabamos de tener excelentes noticias de Brasil, donde capturaron a Francisco Medina Collazos, alias «el Cura Camilo», quien fue solicitado por Colombia a través de Interpol y que era el ’embajador’ de las FARC en Brasil, Argentina, Paraguay y Chile», añadió.
El DAS ya se había referido al tema de la presunta infiltración de las FARC en organizaciones sindicales y de izquierda de varios países en el marco de una controversia que surgió en Colombia y Chile por el visado que entregaron las autoridades chilenas a Jairo Cuarán, que huyó de su país en 2003 y encontró ayuda en la Iglesia Católica chilena.
«El está acusado de varios procesos en Colombia, procesos muy delicados por secuestro, por terrorismo, por homicidio, por varios delitos. Por eso la Fiscalía pidió su extradición», afirmó Noguera, tras declararse confiado en que Chile lo extraditará.
Interrogado por «El Mercurio» sobre el caso de Cuarán, el embajador de Colombia en Chile, Jesús Vallejo, comentó que se trata de un caso que no afecta las relaciones diplomáticas.
«Es un asunto que no afecta las relaciones entre ambos gobiernos. En segundo lugar, se sale de la órbita del gobierno colombiano, porque es un asunto de tipo judicial (…) Colombia respeta la decisión que el gobierno chileno tome al respecto», dijo el embajador.
A su turno, el director de la Vicaría de la Pastoral Social del Episcopado chileno, Eduardo Rojas, dijo que entre los 170 colombianos que han ingresado este año a Chile huyendo de la violencia en su país no figura ningún miembro de grupos armados.
Al referirse a Cuarán, Rojas dijo que éste admitió que fue militante de las FARC y que se separó del grupo por «discrepancias respecto de la violencia contra civiles», por lo que sus ex jefes ordenaron su muerte y no tuvo otra opción que huir de Colombia.
«Nosotros pedimos referencias en Colombia y recibimos muchísimos testimonios de sacerdotes, de obispos, de abogados y organizaciones de Derechos Humanos. Todos avalaron su historia», sostuvo Rojas.