LAURA RIVERA MELENDEZ
Associated Press
SAN JUAN – Centenares de dolientes siguieron el martes el cortejo fúnebre de Filiberto Ojeda Ríos, el dirigente nacionalista puertorriqueño muerto en un tiroteo con el FBI y cuya muerte agudizó aquí los sentimientos antiestadounidenses.
Gritos de «¡FBI asesino!» y de «¡Unidad, unidad!» fueron lanzados mientras centenares de personas seguían el carromato fúnebre que transportaba el cadáver de Ojeda Ríos desde San Juan hasta su población de origen de Naguabo, en el sureste de Puerto Rico.
«Filiberto no se ha ido», dijo Edgardo Ojeda, hijo del dirigente caído. «Simplemente ha marchado a un nuevo campo de batalla».
Ojeda Ríos, quien había estado prófugo durante 15 años, murió el viernes al ser baleado por un francotirador en un operativo que ha levantado denuncias del pueblo y el gobierno. Era buscado por el robo de 7,2 millones de dólares a un camión del banco Wells Fargo en Connecticut en 1983.
El tiroteo ha causado una explosión de disgusto contra el gobierno estadounidense que no se había visto desde que una bomba errante mató a un guardia civil en la isla de Vieques en 1999. El incidente inició años de protestas y eventualmente forzó a la armada de Estados Unidos a abandonar en el 2003 el sitio donde se realizaban maniobras bélicas.
El FBI dijo que estaba pidiendo una investigación del Departamento de Justicia sobre la muerte del líder nacionalista pues el gobierno de Puerto Rico formuló denuncias acerca de la forma en que la agencia policial lidió con el incidente.
El gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vila, criticó al FBI por esperar casi 24 horas a entrar a la vivienda donde Ojeda Ríos yacía desangrándose. El FBI dijo que sus agentes no quisieron entrar a la casa hasta el día siguiente pues temían que hubiesen colocado explosivos. Por lo tanto, aguardaron a que llegara un equipo de investigadores procedentes de Virginia.
Ojeda Ríos, de 72 años, falleció por una herida de bala en el hombro que le salió por la espalda, perforando el pulmón, dijo el domingo el secretario de Justicia Roberto Sánchez Ramos.
Aunque los resultados de la autopsia no determinaron el momento de la muerte, sugieren que Ojeda Ríos podría haber sobrevivido si hubiera recibido atención médica de inmediato, dijo Sánchez Ramos.