Crece presión contra presidente nicaraguense

JULIA RIOS / AFP
MANAGUA
El presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, denunció ayer que hay un golpe de Estado en curso en su país, tras el desafuero de dos de sus ministros por el Congreso, los cuales viajaron a Washington y fueron declarados »prófugos» por un juez penal.
Bolaños hizo la denuncia en el aeropuerto internacional, donde despidió a una comisión formada por los ministros desaforados y otros cuatro en riesgo de serlo, que viajaron a Washington para denunciar la situación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos.
Los ministros desaforados el jueves pasado son el de Gobernación, Julio Vega, y el viceministro de Salud, Mario Salvo. Se los acusa de utilizar fondos ilegales para financiar la campaña electoral de Bolaños en el 2001.
»Es un golpe de Estado que va escalonándose, hasta completarse totalmente», declaró Bolaños en referencia a la posibilidad de que los otros cuatro ministros sean desaforados, y a su caso personal, pues la oposición también lo acusa de supuestos delitos electorales en el 2001.
Casi en el mismo momento en que los ministros tomaban el vuelo, un juzgado de Managua dictó una orden de arraigo contra Vega y Salvo, amparado en una notificación del Congreso sobre el desafuero de ambos, decidido por el Parlamento el pasado jueves.
»Hemos caído ya en el Ejecutivo en una indefensión y por lo tanto he nombrado una comisión de los funcionarios que están en capilla de ser llevados ante un sistema judicial que no existe, es una maquinaria de persecución», agregó.
Bolaños, acompañado por los jefes del ejército y la policía y el gabinete de gobierno despidió en el aeropuerto a Vega, a Salvo, y a los ministros de Ambiente, Arturo Harding; de Educación, Miguel Angel García, así como los viceministros de Ambiente, Leonardo Somarriba, y de Finanzas, Fausto Carcabelos.
Además de presentar su caso en la CIDH, los funcionarios recurrirán a otras entidades defensoras de los derechos humanos, como Americas Watch.
Según Bolaños, el desafuero constituye »una persecución política» impulsada por los partidos Liberal Constitucionalista y Frente Sandinista de Liberación Nacional, que controlan el Congreso.
Por su parte, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, declaró en México que el ambiente político en Nicaragua es malo y a diferencia de otros países de la región con problemas no se observan avances positivos. Insulza consideró asimismo que la situación en ese país es »la más frustrante» de la región.

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