Libertad del secuestrador del avión de Aires reveló fallas en el sistema de justicia oral
Aunque Porfirio Ramírez continúa vinculado a la investigación, no tendrá vigilancia y solo deberá acudir a audiencia cuando la justicia lo determine.
El hombre que puso en vilo al país el pasado 12 de septiembre quedó en libertad porque el fiscal del caso y la jueza, que en primera instancia ordenó su detención, tuvieron fallas en su proceso.
Ramírez es un discapacitado que produjo la movilización del presidente Álvaro Uribe y de la cúpula de las Fuerzas Armadas para presionar el pago de una indemnización.
El juez 52 penal, Eduardo Castellanos, quien revisó el caso en segunda instancia, ordenó la libertad de Ramírez al considerar que tanto la jueza de primera instancia como la Fiscalía no sustentaron sus actuaciones bajo los requisitos del nuevo sistema penal oral.
La Fiscalía, dijo, no presentó las suficientes evidencias que comprometerían a Ramírez con el secuestro. Y la jueza, explicó, «no analizó el contenido de la prueba, no se sabe con que elementos tomó su decisión».
El abogado defensor, Alberto Prieto, argumentó en la audiencia celebrada en Paloquemao, esas posibles fallas.
«La Fiscalía no presentó entrevistas, información de policía judicial. Por eso cae en un déficit de sustentación, se quedó en el campo de la especulación», y explicó que la decisión de la juez fue «un juicio de valor sobre la conducta de Ramírez».
‘No es un peligro’
Prieto insistió en que su defendido no es un peligro para la comunidad porque incurrió en un delito «ocasional y emocional», y por ello insistió en que debería quedar libre o por lo menos bajo una detención domiciliaria, debido a su delicado estado de salud.
El juez acogió estos argumentos y coincidió que ni la Fiscalía ni la jueza demostraron que Ramírez «era un peligro para la comunidad».
Sin embargo, penalistas consultados por este diario consideraron que sí se cumplían con los requerimientos para mantenerlo privado de libertad, por lo menos bajo una detención domiciliaria.
La fiscal del caso, Aurora Ramírez, quien se mostró contraria a la decisión, dijo que Ramírez fue capturado en flagrancia y portaba dos granadas.
«Él sale en libertad hoy, pero queda sujeto a que una vez la Fiscalía solicite nuevamente la medida de aseguramiento, otro juez de control de garantías decida y argumente» (ver ‘qué sigue en el proceso’).