JAVIER BAENA / AP
BOGOTA
Tras el fallido intento de asesinar al ex presidente del Congreso, Germán Vargas Lleras, y el descubrimiento de armas para atacar el palacio de gobierno, el presidente Alvaro Uribe pidió ayer a las fuerzas armadas mayor esfuerzo para acabar con los violentos.
»La fuerza pública debe ser más eficaz para derrotar a los bandidos», dijo Uribe y le pidió a los jefes militares y policiales que «hagan una revisión de estrategias porque ésta no es la época para estar quejándose sino para producir resultados».
Uribe se mostró preocupado por un atentado con carro bomba contra el senador Vargas Lleras, uno de los líderes de la bancada oficialista en el Congreso, ejecutado en la noche del lunes, del cual salió ileso gracias a su auto blindado, pero tres de sus escoltas resultaron heridos y más de 400 personas quedaron damnificadas por la explosión.
El senador Vargas Lleras afirmó que la protección que le brinda el gobierno es insuficiente después de dos atentados en menos de tres años y la magnitud de amenazas que recibe de diversos sectores violentos y delincuenciales.
»Si el gobierno no me garantiza mi seguridad, tendré que abandonar el país», dijo Vargas Lleras en un debate en el Senado.
El presidente Uribe informó que hay 19 escoltas y tres vehículos para su seguridad, pero reconoció que hubo fallas que permitieron ejecutar el atentado en las calles del norte de Bogotá.
»El problema de la seguridad en Bogotá hay que resolverlo y rápidamente», manifestó el mandatario.
El martes fue descubierto en una rústica vivienda un arsenal de lanzagranadas de mortero para atacar el palacio presidencial, el Capitolio y la alcaldía, dijo la Policía en un comunicado, en que señaló que la vivienda estaba a unos mil metros de sus objetivos.
Un presunto guerrillero hizo explotar uno de los morteros que semidestruyó la rústica vivienda, en donde también se hallaron panfletos de las FARC.