Se complica el caso de la periodista Judith Miller

Washington. Nuevos detalles sobre la decisión de la periodista Judith Miller de cooperar con la investigación de la CIA provocó interrogantes sobre la participación del secretario del vicepresidente Dick Cheney y su abogado para impedir que la reportera del diario The New York Times rindiera testimonio, y controlar su actual declaración.
La cuestión se centra en las conversaciones que el abogado del asistente de Cheney, I. Lewis «Scooter» Libby, sostuvo hace un año con los abogados de Miller, y sobre una carta que Libby le envió a Miller el pasado mes refiriéndose a las conversaciones que tuvieron en el verano de 2003 sobre la agente encubierta de la CIA, Valerie Plame, citó AFP.
En un relato en primera persona publicado por el Times, Miller dijo que en su más reciente testimonio ante el jurado investigador, el fiscal especial Patrick Fitzgerald le preguntó «si yo pensaba que el señor Libby había tratado de influenciar en mi testimonio».
Miller agregó que sus apuntes de las conversaciones «sugerían que había hablado de su trabajo» en la CIA pero no su nombre.
Miller escribió el nombre de Valerie Plame en la misma libreta que usó para tomar apuntes en las entrevistas con Libby en 2003, pero la periodista afirma que no cree que Libby le hubiese proporcionado el nombre. Dijo que no recordaba quién le había dado el nombre de la agente.
Con respecto al abogado de Libby, el diario neoyorquino informó que hace más de un año el abogado de ésta, Joseph Tate, le dio a uno de los abogados de Miller, Floyd Abrams, información sobre el testimonio de Libby ante el jurado investigador, en que el asistente de la Casa Blanca dijo que no le había dado a Miller el nombre o el estatus de Plame.

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