Ejército utilizará vehículos blindados para velar por el transporte el Arauca
En la sede de la Brigada 18, en la vía al aeropuerto Santiago Pérez de Arauca, permanecen varias tanquetas blindadas.
Están a la espera de una orden para escoltar el transporte de civiles y alimentos por las vías del departamento.
De esta manera el Gobierno busca ponerles fin a 17 días de parálisis por las intimidaciones de las Farc, que ordenaron un paro armado en la región desde el 4 de octubre.
Aunque desde ese día se han realizado cinco consejos de seguridad, se incrementó del pie de fuerza, se aumentó la vigilancia a los edificios públicos, se han frustrado varios atentados y se prometió una póliza colectiva para amparar a los transportadores, los 300.000 habitantes del departamento están sitiados porque los carros no se arriesgan a salir.
El transporte dejó de circular por la capital y por las vías que conducen a los siete municipios del departamento, y las dos únicas carreteras que lo comunican con el interior del país: la Troncal del Llano –que parte de Arauca y pasa por Tame para salir a través de Yopal y Villavicencio– y la carretera de La Soberanía –que sale de Saravena a los santanderes y Cúcuta– están bloqueadas.
Los transportadores insisten en que no van a desafiar la ‘orden de paro’, que mediante amenazas e intimidaciones impuso la guerrilla.
Cinco vehículos que decidieron salir fueron quemados y un bus escolar fue devuelto y conminado a no movilizar a los alumnos, so pena de correr la misma suerte. Por eso, apenas se mueve un 20 por ciento del parque automotor.
También es mínimo el tránsito de camiones con víveres para las ciudades, no están llegando productos básicos y comienza a sentirse el rigor del desabastecimiento.
Los camiones que traían productos y verduras desde Boyacá y Bogotá no volvieron y la producción local permanece en las veredas. Hoy, los productos que se conseguían en el marcado a bajos precios están por las nubes.
En Arauquita, uno de los municipios más agrícolas, el precio del kilo de yuca pasó de 500 a 1.500 pesos, mientras que un plátano que costaba 150 pesos no se consigue por menos de 300 y el kilo de carne subió de 6.000 a 7.000 pesos.
Caravanas escoltadas
Aunque menos tensa, la situación en la capital, a donde llegan productos de Venezuela y Cúcuta, también se comienzan a ver estanterías vacías y a sentir cierto desespero en la población, que padece las consecuencias del racionamiento de energía y la escasez de combustible.
Autoridades militares y civiles insisten ante la población para que siga su vida normal y coinciden en que son mínimas las acciones militares de las Farc, que le están apuntando al miedo para acorralar a la gente.
El gobernador, Julio Acosta Bernal, califica como “un paro sicológico” lo que está ocurriendo en su departamento. “A través de teléfono (las Farc) llaman para intimidar y dar órdenes a las empresas y a la gente. Y lo peor de todo es que les comen cuento a esas amenazas y paralizan las actividades”, asegura.
El general Libardo Gutiérrez, comandante de la Brigada 18, dijo que a partir de hoy helicópteros y camiones militares vigilarán las carreteras y colaborarán en el transporte de víveres para contrarrestar el desabastecimiento en poblaciones como Cravo Norte, Puerto Rondón y Fortul. “Con el Ministerio de Transporte vamos a coordinar caravanas para que las empresas reanuden sus servicios”, agregó el oficial.
ARAUCA
La prensa, contra la pared
Las condiciones de orden público en Arauca también dificultan la labor de la prensa local.
Los grupos armados han manifestado, a través de terceros, que “quien llegue a poner un pie fuera del perímetro urbano pagará las consecuencias”.
“Estamos prácticamente presos en la ciudad. No hemos podido visitar los municipios ni saber cómo están las carreteras. Tampoco podemos hacer reportería por fuera de la capital”, dijo uno de los periodistas consultados.
Así, según ellos, la información se ciñe a lo que digan las fuentes gubernamentales (que están en Arauca), pero no pueden informar de manera veraz sobre las condiciones que afronta la población.
Catorce periodistas siguen en el Programa de Protección del Ministerio del Interior. Los comunicadores tienen que desplazarse en dos carros, custodiados por el DAS y la Policía.
El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) deploró la restricción a la prensa en Arauca, por atentar contra el libre ejercicio y contra el derecho de estar bien informados y pidió al Gobierno soluciones urgentes.
En el departamento han sido asesinados varios comunicadores.
Cifras de la parálisis
9 torres eléctricas han sido dinamitadas y 5 vehículos quemados durante el ‘paro’.
Tres policías fueron asesinados y uno herido en un ataque contra la Fuerza Pública.
70.000 personas de cinco municipios se han visto afectadas con los cortes de luz.
12.000 millones de pesos han perdido comerciantes, transportadores y el sector agrícola en los últimos 17 días.
50 por ciento de los establecimientos educativos están paralizados.
200 alumnos se quedaron sin presentar el examen del Icfes por la falta de transporte.
Entre 150 y 200 vehículos de transporte público han dejado de salir diariamente de la terminal.
5.000 pasajeros han dejado de movilizarse desde la capital araucana.
200 empleos se han dejado de generar por la parálisis en la terminal de transporte.
