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Especial: La dictadura del terror
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ZARAGOZA.- La Guardia Civil ha localizado, a tres kilómetros del aeropuerto de Zaragoza, dos tubos lanzagranadas cuya colocación reivindicó ETA el 12 de octubre. La advertencia motivó el desalojo de la zona y dos días de búsqueda infructuosa. Este domingo, la banda envió un croquis a Gara con la ubicación, lo que ha facilitado su hallazgo.
Las granadas de uno de los tubos estaban detonadas y las del segundo han sido desactivadas por los Tedax, según ha informado la Delegación del Gobierno en Aragón. La Guardia Civil ha abierto una investigación para determinar la composición de los artefactos.
El lugar del hallazgo es un paraje situado a unos 200 metros de la valla norte del polígono industrial Centrovía, en el municipio de La Muela. Está situado entre la autovía Zaragoza-Madrid y las instalaciones aeroportuarias de la capital aragonesa, que incluye el aeropuerto civil y la base aérea militar.
La búsqueda se reinició a las 8.30 de esta mañana en las inmediaciones del aeropuerto de Zaragoza tras la publicación por parte del diario Gara de una «nota de prensa» de ETA con un plano donde se detallaba el lugar donde se encontraba el lanzagranadas. Los dos tubos fueron encontrados una hora y media después.
Según el mapa, las granadas fueron colocadas a un kilómetro y medio del aeropuerto en una zona de zarzas y cañas, junto a un camino utilizado por tractores, al que se accede desde la N-II y que discurre cerca de un polígono industrial. En el dibujo se localizaban la urbanización Los Cipreses y una gasolinera de la compañía petrolífera ELF.
Dos avisos en dos días
La organización terrorista consideraba en su comunicado que las Fuerzas de Seguridad ocultaban las granadas -de cuya colocación advirtió ETA los días 12 y 15 de octubre- para «crear confusión».
El aeropuerto de Zaragoza fue desalojado el pasado día 12 de octubre después de recibir una llamada en nombre de ETA que alertó de la colocación de un lanzagranadas en el entorno de las instalaciones, pero tras dos días de búsqueda no fue encontrado.
El sábado siguiente, Gara recibió otra llamada en nombre de la banda terrorista. Un comunicante señaló que el lanzagranadas se encontraba localizado en una urbanización próxima a las instalaciones aeroportuarias de Zaragoza y a la carretera N-I. Sin embargo, los investigadores ubicaron ese conjunto de viviendas cerca de otra autopista, la N-II.
Los agentes inspeccionaron la zona, en la que se encuentra la urbanización denominada Los Cipreses y el club Bohalar, y levantaron la alerta tras una búsqueda infructuosa.
