Navarro Wolf habría recibido $50 millones del cartel de Cali

Giraldo prende otro ‘ventilador’: Navarro recibió dinero del cartel y Samper agradeció contribución
Esas son otras revelaciones del libro ‘Mi verdad’, publicado este domingo, del periodista y ex relacionista del cartel de Cali.
Diez años después de que el país vivió la tormenta política del proceso 8.000 por la infiltración de dineros del narcotráfico en la campaña presidencial, el fallecido periodista Alberto Giraldo ‘revivió’ los fantasmas de ese episodio con su libro ‘Mi verdad’, con el que inesperadamente se volvió a prender el ‘ventilador’.
Giraldo relata su versión particular del proceso 8.000, las ofertas que hizo a la campaña samperista y las relaciones del Cartel de Cali con tres contralores (capítulo publicado en la edición de ayer de este diario).
Pero el pasaje más novedoso tiene que ver con el candidato presidencial del Polo Democrático, Antonio Navarro Wolff, a quien Giraldo dice que recibió aportes del cartel para la campaña presidencial de 1990 y para las elecciones de la Constituyente de ese mismo año.
En el capítulo sexto, titulado ‘La moral inmoral’, Giraldo relata que fue contactado por una veterana periodista, cuyo nombre omite, que pidió ayuda financiera para el desmovilizado M-19.
«Yo hablé con Gilberto y Miguel Rodríguez y los dos aceptaron una primera donación de 50 millones», relata en la página 93. «Creo que fue la mayor contribución individual para esa campaña, en la cual Navarro conquistó la segunda votación del país», añade.
El dinero, según la versión, fue entregado por Giraldo a Navarro en su apartamento. La misma contribución, dice, fue entregada en la campaña para la Constituyente. «Le entregué el paquete a nombre de los hermanos Gilberto y Miguel y él lo recibió con mucha alegría», escribió Giraldo. EL TIEMPO llamó varias veces a Navarro para conocer su versión, pero no fue posible conseguir su respuesta.
Sobre el caso de la financiación de la campaña presidencial de Ernesto Samper, Giraldo dice que hizo gestiones para que el cartel aportara dinero a ella – 7.000 millones de pesos, según él– y, que después de hacerle una entrevista en mayo de ese año, días antes de la primera vuelta, Samper le dijo: «He sabido de las gestiones que se han hecho y estoy agradecido». Luego, Giraldo agrega: «Más tarde lo vi en el Hotel Orquidea Real y volvió a repetirme: ‘Tú sabes que no olvido los favores. Y el que me han hecho los amigos es muy grande’».
Samper, absuelto por la Cámara de Representantes, ha sostenido siempre que el ingreso de dineros ilícitos a su campaña se produjo a sus espaldas.
EL TIEMPO también trató de contactar al ex presidente liberal, pero fue imposible.
Giraldo relata, igualmente, que Miguel Rodríguez le regaló 10 millones de pesos a Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, en 1994, por participar en la campaña publicitaria de Samper. Llamamos al futbolista para conocer su versión, pero está en E.U.
A la campaña de Andrés Pastrana, según Giraldo, también le ofrecieron aportes del cartel a través del ex senador Álvaro Pava, pero ellos no los aceptaron porque querían la misma cifra entregada a la de Samper.
Según Giraldo, los Rodríguez también contribuyeroncon 100 millones de pesos a la campaña de Virgilio Barco y 10 más a la de Álvaro Gómez. Asegura, además, que Gilberto Rodríguez le dio cinco millones a Belisario Betancur para cubrir deudas de su campaña de 1978.
David Turbay responde
En el capítulo del libro de Alberto Giraldo publicado ayer por EL TIEMPO, el autor habla de las relaciones del Cartel de Cali con los ex contralores Rodolfo González García (fallecido), Manuel Francisco Becerra y David Turbay.
Sobre David Turbay, Giraldo dice que «en tres ocasiones se citó con Miguel Rodríguez, quien solo le prometió mucha simpatía y financiación» para la consulta presidencial liberal de 1994.
Turbay dijo ayer: «Giraldo nunca me acompañó a reunión alguna con Miguel Rodríguez, porque nunca la hubo. Miguel Rodríguez declaró bajo juramento no conocerme».
La justicia procesó al ex contralor bolivarense por recibir un cheque de una cuenta del cartel. «Ese cheque fue girado el primero de mayo de 1994, es decir, dos meses después de la consulta presidencial liberal. Luego, no se me dio financiación para la aludida campaña. Y es bien conocido que sólo a los vencedores se les dan aportes económicos a posteriori». Turbay dijo que fue juzgado injustamente por un sistema que, según él, no estudió las realidades procesales.
Sobre su escogencia como Contralor, que según Giraldo se hizo gracias a un aporte de 100 millones de «contribuyentes vallecaucanos», Turbay recordó que su elección en el Congreso fue posible porque era el único liberal de la terna (el partido dominante), el único costeño y el único politécnico y eso le aseguraba el triunfo: «Obtuve quizá la más alta votación con la que Contralor alguna haya sido elegido. Por eso, no se necesitaban recursos económicos para tal esfuerzo».
El TIEMPO trató de hablar con Manuel Francisco Becerra, otro de los contralores ayudados por el cartel de Cali, según Giraldo, pero hasta el cierre de esta edición no había sido posible contactarlo.
Apartes del relato
“‘¿Te acuerdas que yo pagué siete años de cárcel por tí?’ El ex presidente palideció, pero con su inveterado humor contestó: ‘Sí, claro. Pero ahora te veo muy bien’. Me extendió la mano en gesto de despedida. Pero yo rehusé. Volví a mi mesa como si nada hubiera pasado, pero más tranquilo, porque le dije lo que yo creía que debía decirle”, relata Giraldo sobre un encuentro con Samper.
«Navarro envió un mensaje que cumplió cabalmente: El M-19, como grupo político nacionalista, no era partidario de la extradición. ‘Nuestra lucha ha sido contra ese instrumento que consideramos lesivo de la nacionalidad’, dijo repetidas veces», dice Giraldo en su libro, al relatar cómo ocurrió la supuesta segunda entrega de 50 millones de pesos para financiar la campaña a la Asamblea Constituyente.

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