Paramilitares colombianos se reagrupan

La nueva generación de paramilitares ya se deja sentir al menos en ocho departamentos del país
Creció a la sombra de la desmovilización de las autodefensas, que debe culminar el próximo 31 de diciembre.
‘Águilas Negras’, ‘Águilas Rojas’, ‘Frente Social por la Paz’, ‘Manos Negras’ y Organización Nueva Generación’ son apenas parte de un nuevo mapa paramilitar en el que confluyen varios actores.
Están las reservas estratégicas que dejaron los cabecillas desmovilizados para protegerse. También, mandos medios que no depusieron las armas, desmovilizados que no han visto oportunidades en la legalidad, narcotraficantes que necesitan seguridad y otros que aspiran a obtener beneficios políticos. Y hasta hacendados que temen quedar de nuevo a merced de la violencia guerrillera.
Uno de los casos más evidentes es el del suroeste de Antioquia, donde alias ‘René’ desmovilizó en enero pasado a 125 de sus paramilitares. Hace 27 días desertó de Ralito y está otra vez en Antioquia armando un nuevo ejército (ver nota anexa).
En Cundinamarca, ‘El Pájaro’ copó los espacios dejados por ‘El Águila’, su antiguo jefe. “Si no se toman medidas para restablecer la autoridad civil y acabar con la cooptación del Estado en las zonas de dominio paramilitar, el negocio seguirá y el proceso con los ‘paras’ no será más que un plan de jubilación para los que están al final de su carrera”, advierte Sergio Jaramillo, director de la Fundación Ideas para la Paz.
De hecho, a mediados de agosto en Montería y Sincelejo amanecieron empapeladas con panfletos contra las Farc que anunciaban un nuevo grupo antisubversivo.
Mostraban los rostros de’Manuel Marulanda’, ‘Mono Jojoy’ y ‘Raúl Reyes’ y fotografías de gente con expresiones de llanto y dolor. En la parte final, los panfletos notificaban la llegada del ‘Frente Social por la paz’ para evitar que “se repitiera la historia de Putumayo”, que por esos días sufría el bloqueo de la guerrilla.
Y en Nariño, el Ejército y la Policía abatieron a cuatro ‘paras’ activos, después de la desmovilización del ‘Libertadores del Sur’, a finales de julio pasado.
“Están dadas las condiciones para que el fenómeno persista en la medida en que no ha desaparecido la insurgencia y en que hay grupos de narcotraficantes que necesitan mover y proteger sus negocios”, afirma Pablo Emilio Angarita, del Grupo de Investigación sobre Conflictos y Violencias de la Universidad de Antioquia.
“Son grupos dedicados al narcotráfico que quieren aprovechar la coyuntura. Pero para ellos la única alternativa va a ser el sometimiento a la justicia”, le dijo a EL TIEMPO una alta fuente cercana al proceso de paz.
Precisamente, esta nueva generación paramilitar plantea nuevos retos al Estado y deja muchos interrogantes: ¿Terminarán sentados en una mesa de negociación a pesar de que el Gobierno dice que es un escenario imposible? ¿Son la evidencia de que la desmovilización, que va por los 10.912 combatientes, no significa el fin de las autodefensas? Lo cierto es que, como dice Wilfredo Cañizales, de la ONG nortesantandereana Progresar, esos grupos son una realidad que asusta en regiones que tenían la esperanza de librarse de al menos uno de sus verdugos.
‘René’ se voló de Ralito y está reclutando
Los 125 paramilitares del ‘Bloque del Suroeste Antioqueño’ que entregaron sus armas el pasado 30 de enero en el corregimiento Alfonso López, del municipio Ciudad Bolívar, se quedaron esperando que su jefe, Jesús Alcides Durango, ‘René’, llegara a la ceremonia.
Él alegó problemas de seguridad, pero varios ‘paras’ le dijeron a El TIEMPO que el bloque estaba fraccionado y que a esas divisiones se debía la ausencia de ‘René’.
En su momento, el jefe paramilitar viajó a Ralito, donde se concentran los desmovilizados acusados de delitos de lesa humanidad, a la espera de la Ley de Justicia y Paz. Pero luego se fugó.
‘René’ reclutó a un grupo de desmovilizados, y con ellos comenzó a extorsionar a ganaderos de los municipios paisas.
«Las vacunas ya se superaron, pero con ‘René’ hay un grupo de muchachos que se salieron del proceso y gente nueva que él reclutó», reconoció el asesor de paz de Antioquia, Jaime Fajardo.
El grupo tiene su base en Amagá y es conocido por la gente del suroeste como ‘Águilas Negras’. Cuentan en la zona que los apoyan algunos ganaderos, ante el temor de que regrese la guerrilla. Y dicen que del municipio de Salgar se fueron en agosto, tras un enfrentamiento con el Ejército.
La Oficina de Reincorporación del Ministerio del Interior y Justicia reconoció que el jefe ‘para’ dejó Ralito.»Si lo capturan no regresará allá, sino que va a parar a la cárcel», afirmó Jorge Rodríguez, de esa dependencia.
Según los reportes de inteligencia, ‘René’ fue uno de los mandos del antiguo ‘Bloque Metro’, liderado por el asesinado ‘Doble Cero’. Después de que su jefe fue derrotado por ‘Don Berna’, pasó a formar parte de los ejércitos del nuevo ‘patrón’ del Valle del Aburrá y formó el ‘Bloque Suroeste’. Allí lo acusan de decenas de crímenes.
MEDELLÍN
En Nariño hay ‘manos negras’
Apenas días después de la desmovilización de 677 combatientes del bloque ‘Libertadores del Sur’ de las Auc, los rumores de un nuevo reclutamiento de jóvenes aterraron a los municipios nariñenses de Policarpa, Leiva, El Rosario, Cumbitara, Tumaco y Barbacoas.
En la zona hay tres organizaciones de ‘paras’ –entre 100 y 200 hombres– que siguen en armas.
Dos de ellas se hacen llamar ‘Manos Negras’ y ‘Organización Nueva Generación’. Pero todas, asegura una fuente oficial, están por lo mismo: los cultivos de coca, las rutas del tráfico hacia Ecuador y el Pacífico y los laboratorios ilegales.
De acuerdo con informes de inteligencia, estos grupos están a órdenes de alias ‘Pedro’, uno de los jefes de finanzas del ‘Libertadores’; y de alias ‘Jhony’, un jefe de cuadrilla. Ambos son parte de un numeroso grupo del ‘Libertadores’ que se apartó antes de la desmovilización.
«También están llegando ex miembros del ‘Bloque Calima’ a conformar estos grupos delincuenciales, que se dedican a cuidar cultivos ilícitos, al boleteo, la extorsión y el narcotráfico», agregó una autoridad de la zona.
Los desmovilizados, por su experiencia en la ilegalidad, reciben mejor paga que los recién reclutados. Les ofrecen 700.000 pesos mensuales y 1’200.000 si llegan armados.
El poder que están adquiriendo estos grupos, fortalecidos por la coca, representa uno de los mayores desafíos en todo el proceso de desmovilización, según apreciaciones de la Misión de Verificación de la OEA.
Otras regiones
CÓRDOBA Y SUCRE. El ‘Frente Social por la Paz’ busca capitalizar la zozobra que hay en toda la Costa Atlántica por el desmonte ‘para’. Y en los Montes de María (Bolívar) ya operan los ‘Fantasmas’.
VALLE. En el norte, 3.000 hombres armados se presentan ahora como las ‘Autodefensas Campesinas del Valle’ (ACV) y las ‘Rondas Campesinas del Valle’ (RCV). Pero son los ‘Machos’ y los ‘Rastrojos’ , los ejércitos del narcotráfico.
CHOCÓ. El ‘Héroes del Chocó’ les dio paso a las ‘Autodefensas Campesinas Unidas del Norte’: 600 ‘paras’ que trafican armas y coca por los ríos San Juan y Baudó. El Batallón Vencedores abatió a dos de ellos.
NORTE DE SANTANDER. Las ‘Águilas Rojas’ y ‘Águilas Negras’ son hombres del Bloque Central Bolívar que buscan hacerse al control del narcotráfico en el Catatumbo, frontera con Venezuela. Y en Puerto Santander, ‘Jairo el sicario’ tiene unos 50 ‘paras’.
Redacción Nacional

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