Una exposición sobre diseños de seguridad

EFE
El Universal online
Nueva York, EU
Domingo 30 de octubre de 2005
10:58 Los diseñadores han comenzado a crear soluciones para combatir la sensación de inseguridad que provocan fenómenos como el terrorismo y los desastres naturales, algo que se puede comprobar en una muestra que se expone en Nueva York.
La exhibición incluye equipos de emergencia, refugios contra cataclismos, escudos protectores y medidas preventivas contra el robo de identidad u objetos personales, todo a fin de proteger el cuerpo y la mente frente a circunstancias peligrosas.
Bajo el título de Safe (Seguro), la muestra tiene lugar hasta enero próximo en el Museo de Arte Moderno (Moma), escenario de algunos de las creaciones más innovadoras e ingeniosas, en cuanto a forma y concepto, de las últimas décadas.
Si bien el motor del diseño son las necesidades personales, éstas deben ser satisfechas con gracia, innovación y belleza, como lo demuestran los «Treetents», unos refugios colgantes que son obra de la imaginación del holandés Dré Wapenaar.
Con una sugerente forma de matriz, estos refugios cuelgan de los árboles y se inventaron para albergar a conservacionistas que protegen a los bosques de Inglaterra de la tala indiscriminada.
Otro objeto inspirado en la forma del árbol es «Securitree», un sistema de vigilancia diseñado por el mexicano Raúl Cárdenas Osuna.
Se trata más propiamente de dos árboles, uno con ramas de las que brotan cámaras para filmar imágenes desde distintos ángulos, y otro del que salen pantallas para visualizarlas, lo que sugiere la tensión entre violencia y opresión, terrorismo y libertades, surgida tras el 11 de septiembre de 2001.
Otra respuesta a los atentados la ofrecen los estadounidenses Amy Franceschini y Michael Swaine con su «Homeland Security Blanket», una frazada conectada de forma inalámbrica a internet, y que «responde a las fluctuaciones de la escala de alerta terrorista».
Con un similar toque de humor negro, el sudafricano Ralph Borland presenta la propuesta conceptual de un «traje de desobediencia civil» para protestas callejeras, hecho con un material acolchado.
Este «Vestido para la Subversión» tiene una cámara de video montada sobre la cabeza que actúa como «testigo» al grabar las acciones policiales, y un parlante colocado en el pecho para amplificar el sonido de las palpitaciones del que está bajo amenaza.
Otro traje, pero para protegerse de la lluvia, es el que presenta Local Industries of Guines, de Cuba.
Hecho con sacos plásticos de azúcar cubana, este impermeable demuestra cómo en los países más pobres los objetos desechados son con frecuencia reutilizados para otros fines, y con una notable inventiva.
Otros diseñadores exploran la seguridad sanitaria, como la española Ana Mir, que ha creado las «Kleensex», sábanas que ofrecen una superficie limpia a las prostitutas.
En la misma vitrina se exponen fundas de papel diseñadas para cubrir el auricular de los teléfonos públicos y objetos que protegen contra el robo de identidad, como tarjetas de presentación que, además de nombre, teléfono y dirección, contienen un cabello y una gota de sangre con el ADN del propietario.
La exhibición también presenta diseños de carteles que alertan sobre el peligro en zonas de «tsunamis», así como un sistema para casos de inundaciones que se alza como una alternativa a la difícil tarea de construir diques con sacos de arena.
Esta solución consiste en tubos de plástico reforzado llenos de aire que se conectan hasta formar una barrera, un sistema que requiere de poca fuerza laboral y tiempo de instalación.
Para los que se dedican a la peligrosa tarea de eliminar minas antipersonales, se ofrece un detector de peso liviano y plegable, como para cargar en la mochila.
No faltan tampoco los diseñadores que enfatizan más la estética que la utilidad.
El alemán Mathias Megyeri, por ejemplo, mezcla la necesidad de protección con el placer de la belleza en su serie «Seguridad: Dulces Sueños», que incluye una cadena que en vez de aros tiene corazones y un alambre donde las púas se convierten en mariposas.

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