Congreso de E. U. autorizó apoyo de hasta 20 millones de dólares a negociaciones de paz en Colombia
En el presupuesto del 2006, también se aprobaron unos 600 millones de dólares para la guerra contra el narcotráfico y el terrorismo en el país.
El acuerdo se dio en el marco de la Conciliación entre Cámara y Senado sobre el presupuesto para las Operaciones Extranjeras.
El apoyo, que se otorga a las negociaciones con los grupos paramilitares y “otras organizaciones terroristas” en Colombia, podrá hacerse efectivo siempre y cuando se cumpla primero con una lista de condiciones.
Aunque los condicionamientos son más “suaves” que los existentes en una versión previa aprobada por el Senado –y que hacia imposible la entrega de recursos para este fin- incluye estrictas previsiones que harán difícil el flujo de los recursos.
Además, los fondos aprobados para el desmonte de los grupos paramilitares son considerablemente inferiores a los que pretendía republicanos, miembros de la administración Bush y del gobierno colombiano que le apuntaban a una cifra cercana a los US$ 80 millones.
Aún así, y de acuerdo con una fuente en la Cámara, “la noticia es trascendental por que implica que E.U. se metió de frente en el proceso de paz con los paras en Colombia. Y si bien existen condiciones, se pueden cumplir”. También, si se compara con los niveles de financiamiento ofrecidos por otros países –por ahora canalizados solo a través de la misión de la OEA y cuyo monto no supera los US$ 5 millones- los recursos autorizados son significativos.
La condición que generará mas controversia es sin duda la que se refiere a la extradición. Según el texto, el secretario de Estado deberá certificar al Congreso que “Colombia está cooperando plenamente en la extradición de líderes y miembros de estas organizaciones terroristas que son requeridos por la justicia de E.U.”. Es claro que este requisito está dirigido al caso de Don Berna, Salvatore Mancuso y otros paramilitares que desde hace rato están en la mira de E.U.
Aún así, y dada la forma en que está redactado el lenguaje, se otorga un margen al Secretario para concluir, por ejemplo, que existe cooperación y que estas extradiciones están “suspendidas” temporalmente. En las versiones previas se “exigía”, la extradición como requisitos para la entrega de fondos.
No obstante, y de acuerdo con José Miguel Vivanco, de HRW “esto refleja la desconfianza del Congreso pues no se garantiza el desmantelamiento de estos grupos y se podría impedir la extradición de los capos de la droga”.
El secretario, a su vez, debe certificar que los que se beneficien hayan renunciado a cualquier vínculo con el grupo del que hacían parte, y “estén cumpliendo con los requisitos del Programa de Desmovilización de Colombia, entre ellos revelar información sobre los crímenes cometidos, sobre las estructuras de los grupos, sobre sus métodos de financiamiento, activos ilícitos, y el paradero de secuestrados y cuerpos de desaparecidos”.
Así mismo, que el gobierno de Colombia esté implementando un plan que conduzca al desmantelamiento de las estructuras de dichas organizaciones.
El uso de los fondos
Los fondos están destinados por E.U. y cuyo flujo depende de que se cumpla con una serie de condiciones, solo podrán ser gastados en algunos programas específicos.
Según lo aprobado, “para la verificación, reintegración (incluyendo entrenamiento y educación), escrutinio (de los paramilitares), investigación, procesamiento y para la recuperación de activos que sirvan para reparar a las víctimas”.
Se establece, además, que los fondos no podrán ser usados para pagar en efectivo a miembros de estos grupos en el caso que se decida contratarlos y ponerles un sueldo tras la reintegración.
‘E.U. se montó al proceso’: Pastrana
El ex presidente y nuevo embajador en Washington, Andrés Pastrana, habló con EL TIEMPO sobre el alcance de la noticia.
¿Cómo recibe este aporte de E.U. al proceso con los “paras”?
E.U. se monta en el proceso y es clave contar con plata para la desmovilización, pese a que existan condiciones. Es muy importante, además, por que los fondos son para todos los grupos, es decir que si las Farc o el Eln se quieren sumar, allí están los recursos. Hay que comenzar a vender la idea, no siempre entendida, de que la ley de desmovilización no es solo para los paras sino para los demás grupos también. Ojalá esta ley nos quede bien hecha para que los grupos guerrilleros entren a un proceso de paz. Lo otro que hay que destacar es que, pese a los rumores de recorte, la plata para Colombia en el 2006 (casi 600 millones de dólares) no se tocó. Es más, aumentó pues se incluyeron 6 millones extras (destinados a programas de corte social) y los 20 para procesos de paz.
¿Cree que la noticia puede tener impacto en otros países que hasta el momento no han querido “meterle el diente” al proceso?
Hay un mensaje y es que E..U. está diciendo que quiere que el proceso avance. Lo otro es que le ley habla de fondos para la verificación. Vamos a ver si podemos sacar algunos para la Comisión Internacional de Verificación (que el presidente Uribe le pidió conformar a Pastrana), que sería distinta a la de la OEA. Eso podría ayudar a dar confianza en la comunidad internacional.
Los recursos están condicionados a que Colombia coopere plenamente en la extradición de líderes de estos grupos. ¿No complica esto su desembolso?
El tema no es fácil y tiene que ver también con la reglamentación de la ley en Colombia. Pero si se acuerda, la primera versión de esto (en el Senado de E.U.) era mucho más dura. Ahora solo se pide que Colombia coopere en el tema y es un buen primer paso.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington