Bagdad. Unos 3.500 soldados estadounidenses e iraquíes lanzaron una gran ofensiva contra la red Al Qaida, cerca de la frontera iraquí con Siria, con el objetivo de mejorar la seguridad de cara a las elecciones de diciembre próximo.
La operación «Cortina de Hierro» es una de las mayores de una serie de ofensivas lanzadas este año en la provincia occidental suní de Anbar, uno de los principales bastiones de violencia contra el Gobierno liderado por los shiíes y los kurdos y respaldado por Estados Unidos, destacó Reuters.
Los militares cerraron carreteras y restringieron los movimientos en los alrededores de Qusayba, cerca de Qaim, mientras los iraquíes celebran un festivo que marca el fin del Ramadán.
Residentes reportaron enfrentamientos entre las tropas estadounidenses y rebeldes alrededor de la ciudad, donde viven unas 30.000 personas.
«Los objetivos de la operación «Cortina de Hierro» son restaurar la seguridad a lo largo de la frontera sirio-iraquí y destruir a la red Al Qaida que opera en Qusayba», dijo el Ejército en un comunicado.
Mientras tanto, en Washington, la Oficina Federal de Investigación (FBI) determinó que documentos falsos que el Gobierno empleó para argumentar que Irak había adquirido uranio a Níger fueron motivados por el lucro y no buscaban influir en las políticas estadounidenses.
La investigación «confirmó que los documentos eran falsos y concluyó que tendían más a ser parte de una treta delictiva para lucrar financieramente», dijo el miércoles el portavoz John Miller, describiendo el contenido de una carta de Robert Mueller, director del FBI, al Gobierno italiano.