París. El Gobierno francés dio luz verde a un proyecto de ley para prorrogar el estado de emergencia por tres meses, en vigor en Francia desde el miércoles pasado, a fin de frenar la ola de violencia urbana que se vive desde el 27 de octubre.
El Parlamento votará hoy el proyecto, dijo un portavoz de la Asamblea Nacional, manifestó DPA.
El gobierno del primer ministro Dominique de Villepin impuso la semana pasada, mediante decreto, el estado de emergencia durante 12 días, hasta el próximo domingo.
Se trata de una ley adoptada en 1955 durante la guerra de Argelia y resucitada para esta crisis. Hasta el momento, cuarenta ciudades francesas siguen bajo el toque de queda.
La ley permite restricciones al tránsito y registros domiciliarios, así como el cierre de cines y bares, y la suspensión del derecho de reunión.
Estas medidas son «estrictamente transitorias» y «sólo se aplicarán de acuerdo con los representantes del pueblo allí donde sean absolutamente necesarias», dijo el presidente francés, Jacques Chirac, a sus ministros antes de dirigirse a la nación por tercera vez desde el inicio de las protestas.
«Sin embargo, la prórroga puede ser suspendida en cualquier momento, también antes de expirar el período de tres meses», aclaró el portavoz gubernamental Jean-Franois Copé, quien destacó que se trata de una «medida de protección y de precaución».
La «gravedad y la extensión a numerosos centros urbanos» de la ola de violencia, dirigida «sin distinción contra las personas y los bienes, justifican esta medida», según un comunicado publicado tras la reunión del Consejo de Ministros.
Por su parte, Chirac indicó ante la nación que los disturbios son «testimonio de un malestar profundo» y constituyen «una crisis de sentido, una crisis de puntos de referencia, una crisis de identidad».
El Presidente aseguró que la justicia actuará «sin debilidad» porque «todos deben saber que no se viola impunemente la ley».
Asimismo, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, anunció que esta semana se iniciará la expulsión de los primeros vándalos extranjeros condenados por la quema de carros y protestas.
El director general de la Policía Nacional, Michel Gaudin, anunció la puesta en marcha de ocho operaciones policiales para identificar y detener a los autores de los disturbios.
Entretanto, la Unión Europa (UE) ofreció a Francia 58 millones de dólares para ayudar al país a controlar los disturbios en los suburbios y recuperar los barrios afectados.