El popper: droga de moda entre homosexuales bogotanos

El ‘Popper’, una mezcla de anfetaminas con nitrato de amilo, es el ‘bóxer’ de los jóvenes ricos
Se está consumiendo en las fiestas electrónicas de Bogotá, tanto por hombres gays y heterosexuales, como por mujeres.
Este alucinógeno estuvo de moda entre la comunidad gay de la década del 70 por ser un vasodilatador que ayuda a la erección y a dilatar el esfínter anal.
En esa época, era común ver a las parejas gay bailando y oliendo una botellita pequeña en las discotecas de diversos rincones de Estados Unidos. Pero ahora está de moda entre jóvenes bogotanos de los estratos 5 y 6 como estimulante en las fiestas.
«La primera vez que lo hice pensé que me estaba oliendo un Liquid Paper o alguna clase de bóxer con buena presentación», dice un joven bogotano de 23 años. «Pero ahora me gusta, me gusta mucho».
«Lo conocí hace 5 años en Inglaterra. Pero hoy en día ya hace parte del cóctel de drogas que se consumen en Bogotá», dice otro joven. «Cuanto llegué en el 2001 –añade– me traje unas 4 botellas y me las llevaba a las rumbas electrónicas para vender la olida a 1.000 pesos. En ese momento esa vaina era súper escasa acá, no era ilegal y casi nadie la conocía», explica.
Pero ahora, ya son muchos los jóvenes que consumen el llamado popper: una sustancia incolora que se vende en botellitas de vidro porque el líquido corroe el plástico, y que se consigue en la calle por 40 mil pesos.
Una droga peligrosa
Los efectos nocivos de esta droga son desconocidos en Colombia. Pero no son de poca monta.
En los años 80, Hank Wilson y John Lauritsen, dos activistas gay estadounidenses, empezaron a estudiar los efectos del popper al ver su enorme penetración en la comunidad homosexual. Y sus estudios revelaron que perjudica seriamente las membranas nasales, genera quemaduras en la piel, colapsos respiratorios y puede producir hasta la muerte, vía paro cardíaco.
Ninguna encuesta del Estado colombiano ha indagado sobre el uso de esta droga en el país. Ni la realizada para el programa Rumbos de la Presidencia en el 2002, ni la realizada por el Departamento Administrativo de Bienestar Social del Distrito en el 2003. No obstante, los jóvenes lo están consumiendo y algunos llegan a mezclarlo con otras drogas para aumentar sus efectos, y con ello, el riesgo.
‘Se me sube todo’
«A mi me gusta mucho la marihuana, aunque también he probado pepas, coca y perico. Pero el popper es rico porque cuando uno inhala se le sube todo a la cabeza. La última vez que metí fue hace como un mes, y en esa ocasión lo mezclé con una pepa porque la estalla. Mejor dicho, se le sube a uno la pepa otra vez a la cabeza», dice otro joven.
El asunto tiene su técnica, explica un adolescente que consume esta droga: » el frasquito se pone en una fosa nasal y uno se tapa la otra e inhala, aproximadamente por 3 y 5 segundos. Después de 30 segundos empieza el efecto, que sólo dura otros 30. Lo malo es que a veces uno queda con dolor de cabeza».
Según Billy Vargas, del laboratorio de toxicología Vargas Melo, el uso de nitritos es nocivo porque la vasodilatación produce hipertensión.
«Los consumidores buscan un efecto de estimulación, y aunque esta droga aumenta la libido y produce euforia, también genera dolor de cabeza y una taquicardia que puede llegar al paro cardiaco», explica.
A pesar de los serios daños que pude causar a la salud, el popper, por ser un vasodilatador, se sigue considerando como una droga sexual que ya no es exclusivamente para homosexuales.
Los ‘heteros’ también
Un experto en ayudas sexuales y dueño de un sex shop de la ciudad, cuenta: «No lo vendo porque es ilegal, pero sí viene mucha gente por acá a preguntar por él. Y no solo hombres, también mujeres que quieren practicar sexo anal con sus parejas», explica.
A lo que Fernando Bohórquez, director de la Clínica Colombiana de Sexualidad Familia y Pareja, añade: «por lo que he oído de mis pacientes, en los dos últimos años, su consumo ha venido aumentando», añade.
Un poco de historia
El nombre del popper surgió porque el nitrato líquido venía en pequeñas ampollas que eran reventadas (popped) para soltar los gases.
Antes de los años 60, se usaba para aliviar los dolores de la angina de pecho. Pero como producía dolor de cabeza, fue reemplazado por las tabletas de nitroglicerina.
Después fue usado por los soldados de Vietnam como un antídoto para las armas de gases (armas químicas). Pero cuando estos soldados regresaron a sus casas, extendieron su uso como droga en Estados Unidos.
El popper comenzó a ser utilizado por la comunidad homosexual en la década del 70 y principios de los 80, básicamente por sus efectos sexuales. Pero una leyenda urbana según la cual su consumo aumentaba el riesgo de contraer sida, frenó por algún tiempo su expansión.
El popper regresó con fuerza en los 90 y ahora es usado en las rumbas electrónicas de todo el mundo.
Ficha técnica del ‘popper’
Clasificación: Alucinógeno
Tipo: Droga sintética
Método de uso: Inhalación.
Duración: tarda de 20 a 30 segundos en hacer efecto, y la sensación dura de 30 a 45 segundos, aproximadamente.
Efectos físicos: fuerte dolor de cabeza, enrojecimiento de cara y cuello, baja presión arterial, incremento del pulso, taquicardia, mareo y relajación involuntaria de músculos.
Síntomas de la sobredosis: náusea, vómito, se baja la presión arterial y la respiración, desmayo, frío, entre otros.
Peligros: daña el sistema Inmunológico, reduce la habilidad de la sangre para cargar oxígeno, causa anemia, daña los pulmones, colapso cardiovascular y quemaduras en la piel.
El consumo repetitivo: puede generar una fuerte fármaco dependencia. Es un vasodilatador que puede causar un colapso circulatorio y la muerte.
SANTIAGO MOYA ESCALLÓN
Especial para EL TIEMPO
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