Denuncian excesos policiales en Brasil

Douglas, un escolar de 14 años, jugaba a las maquinitas en un bar; Joao estaba sentado en su casa; Rafael, de 17 años, iba en su bicicleta. Todos murieron abatidos a disparos por la policía en el distrito de Baixada Fluminense en la ciudad brasileña de Rio de Janeiro.
El caso es uno de los que denuncia la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), en un informe divulgado este viernes con el título «Entran disparando; la actuación policial en las comunidades socialmente excluidas».
El documento delata una estrategia de represión y discriminación por parte de la policía en las comunidades pobres, y señala que la política de seguridad pública ha aumentado, en lugar de disminuir, los niveles de criminalidad en las favelas o barrios marginales.
En Rio de Janeiro hay muchísimas denuncias de personas muertas por policías en situaciones de abuso excesivo de armas de fuego y de ejecuciones sumarias. No hay un proceso claro para investigar estos casos, más bien hay cobertura. Los llaman simplemente casos de resistencia seguida de muerte
Tim Cahill, autor del informe
El documento denuncia niveles extremos de violaciones a los derechos humanos a manos de la policía, incluyendo ejecuciones extrajudiciales y tortura.
«En Rio de Janeiro hay muchísimas denuncias de personas muertas por policías en situaciones de abuso excesivo de armas de fuego y de ejecuciones sumarias. No hay un proceso claro para investigar estos casos, más bien hay cobertura. Los llaman simplemente casos de resistencia seguida de muerte», señaló a BBC Mundo desde Sao Paulo el autor del informe, Tim Cahill.
Tortura y ejecuciones
Según cifras citadas por AI, sólo en el 2000 se registraron 50.000 homicidios en Brasil.
BRASIL+VIOLENCIA
50.000 homicidios en 2000
9.889 muertos a manos de la policía en Rio y Sao Paulo entre 1999 y 2004
1195 personas muertas a manos de la policía en Rio de Janeiro en 2003
17 millones de armas cortas, entre ellas 9 millones poseídas ilegalmente
52 policías muertos en servicio en Rio de Janeiro sólo en 2004
De acuerdo a datos oficiales recogidos en el informe, entre 1999 y 2004 la policía en los estados de Rio de Janeiro y Sao Paulo mató 9.889 personas en situaciones registradas por las autoridades como «resistencia seguida de muerte».
«Mucha gente está muriendo; en Rio murieron 1.195 personas en 2003 a manos de la policía; en 2004, la cifra de muertos fue 985, y estos casos no están siendo investigados, y aún peor, los usan como ejemplos de eficiencia policial», afirmó el autor del informe.
«También hay denuncias de torturas, de vehículos blindados que entran a las comunidades como tanques disparando contra las personas».
Operación Saturación
Los pobres de las favelas han sido «abandonados», asegura el informe.
El informe señala varios ejemplos de acciones policiales excesivas.
«Recientemente en las comunidades del este de Sao Paulo hemos visto una acción que se llama Operación Saturación, durante la cual la policía ingresa a las comunidades pobres y permanece allí 40 días. Entran con helicópteros, con caballos, identificando a todos como criminales», dijo Cahill.
El investigador de AI le dijo a BBC Mundo que se reunió con representantes de la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Sao Paulo, según los cuales operativos como «Saturación» buscan combatir el tráfico de drogas y establecer vínculos más estrechos entre las comunidades pobres y la policía.
¿Recepción adecuada?
Las propias comunidades expresaron a AI que se requiere una presencia policial que ofrezca seguridad, pero denuncian que las actuales acciones policiales tienen el efecto contrario.
Sin embargo, la propia AI cita datos oficiales, según los cuales hay unas 17 millones de armas cortas en Brasil, de las cuales 9 millones son objeto de posesión ilegal.
Recientemente en las comunidades del este de Sao Paulo hemos visto una acción que se llama Operación Saturación, durante la cual la policía ingresa a las comunidades pobres y permanece allí 40 días. Entran con helicópteros, con caballos, identificando a todos como criminales
Tim Cahill, autor del informe
BBC Mundo le planteó entonces a Tim Cahill que la policía se ve obligada a responder a situaciones de alta criminalidad en las comunidades pobres.
«Amnistía reconoce que hay grupos de criminales muy armados en estas comunidades. Por eso creemos que hay una necesidad de invertir en una política de seguridad pública amplia, que trabaje para las comunidades, así como inversiones en educación, saneamiento y vivienda», señaló Cahill.
Otro camino es posible
AI identificó proyectos que demuestran, según la organización, que es posible hacer las cosas de otra manera.
«Estuvimos en Diadema, en el sur de Sao Paulo, donde hay una serie de inversiones en educación, y programas en los que la policía trabaja con las comunidades para controlar el consumo de alcohol», dijo el autor del informe.
Cooperación entre jóvenes y policías en Minas Gerais: otro mundo es posible.
«Se ha dado una reducción del número de homicidios de un 50% en esta zona, una de las más violentas de Sao Paulo».
El investigador también señaló el ejemplo del programa Fica Vivo (Permanece con vida) en el estado de Minas Gerais, en que un grupo de afro-reggae participó de un proyecto conjunto con la policía para combatir la criminalidad entre los jóvenes.
Agentes receptivos
Según AI, la Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo se ha mostrado «abierta y ha reconocido la necesidad de hablar de estos temas» .
(la Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo se ha mostrado) abierta y ha reconocido la necesidad de hablar de estos temas
Tim Cahill, autor del informe
«Reconocen las ejecuciones sumarias, no hay como no hacerlo, porque los números son tan altos, pero señalan que los casos están disminuyendo, que no quieren policiar a base de muertes y que están intentando reducir ese número», señaló Cahill.
«El secretario de Rio de Janeiro no respondió a nuestros pedidos para un encuentro», agregó.
Muchos agentes consideran el que los manden a una favela una forma de castigo y suelen ser enviados con preparación deficiente, agrega el informe, según el cual sólo en 2004 murieron 52 policías en servicio en Rio de Janeiro.

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