MARIA ISOLIETT IGLESIAS
EL UNIVERSAL
Hasta la fecha, los asaltantes de transportes de valores lograron reunir _en 11 asaltos perpetrados durante 2005_ 5.920 millones de bolívares. En esas irregularidades cumplidas, asesinaron a dos custodios de una de las empresas que ofrecen el servicio, e hirieron a por lo menos seis vigilantes.
De acuerdo a las investigaciones llevadas a cabo por los funcionarios adscritos a la División contra Robo de la policía científica, son, por lo menos, 50 antisociales los que se dedican a esa modalidad delictiva, pero no todos arremeten en la misma fechoría, los que lo hacen son ubicados a preferencia de los líderes.
Todos ellos están divididos en tres bandas: Los Orientales, Los Centrales y Los Caraqueños. Sin embargo, los investigadores determinaron que en la mayoría de las operaciones llevadas a cabo en 2005, los integrantes de cada una de las agrupaciones se unieron para materializar la fechoría planificada, por ello se les generaliza como parte de una «Megabanda».
Y es que con la muerte de los líderes tradicionales de cada uno de los grupos delictivos arriba mencionados, la labor se les fue a pique y tuvieron que buscar apoyo para poder asestar los golpes que se han llevado a cabo durante el año, así lo refieren los policías que llevan las averiguaciones.
Logística esmerada
Los líderes de la operación suelen captar o reclutar a algún empleado de la empresa de transporte de valores escogida. A ese, le ofrecen dinero para que informe ruta y monto del vehículo.
Luego se enfocan en realizar un minucioso seguimiento al recorrido del camión seleccionado. Es en ese momento cuando determinan el sitio y la hora específica para la embestida. Después comienzan a determinar cuántas personas necesitarán para la acción.
Posteriormente, contactan a delincuentes dedicados al robo de vehículos, para encargar las camionetas tipo Pick Up, Panel o Pick Up con cabinas, que utilizarán en la operación y que se usarán específicamente para interceptar el transporte de valores y luego realizar un transbordo.
Ya con todo organizado, los líderes alquilan las armas que se van a utilizar y contactan a todo los que van a participar en el asalto. Por lo general, de acuerdo a las investigaciones llevadas a cabo por la División contra Robo de la Policía Científica, los desadaptados que se reclutan no se conocen para que realicen específicamente una función y no se involucren de lleno en la operación. El fin es evitar que manejen información relevante.
Una vez que todo está completado y el dinero fue repartido, todos los participantes botan los celulares con los que se han comunicado durante el tiempo de planificación. Luego cada quien toma un rumbo distinto.
Principales obstáculos
Según los funcionarios que se especializan en la investigación de los asaltos a blindados, hay varios obstáculos que vencer para lograr desarticular la «Megabanda». Entre esos figuran la supuesta colaboración de algunos funcionarios de varios cuerpos de seguridad.
Ellos, presuntamente, brindan protección a estos delincuentes y avisan cuando los funcionarios llegan hasta alguna entidad a realizar allanamientos y a materializar los arrestos.
