REINALDO VARGAS
EL UNIVERSAL
Hablar de inseguridad en Caracas se ha vuelto tan cotidiano como comentar lo mal que lo puedan tratar en la sala de emergencia de un hospital o en una oficina de cualquier ministerio. En las colas, en el metro, en la camioneta, en el centro, en el este y oeste de la ciudad, las personas siempre tienen algo que decir sobre algún episodio relacionado con el tema.
El secretario general de la línea José Félix Ribas, la cual trabaja entre las zonas 6 y 10 del sector, Viloria Almonte, informó que a pesar de los operativos emprendidos por las autoridades, los maleantes siguen actuando a sus anchas, pues actualmente sólo en esa cooperativa se reportan entre dos y tres robos diarios; es decir, que en una semana pueden registrarse más de 14 atracos.
De acuerdo con la experiencia de los profesionales del volante, el número de robos dentro de las unidades depende de la hora y el mes, pues los antisociales comienzan a trabajar más intensamente a partir de las 2:00 de la tarde y sus días predilectos son los de noviembre y diciembre.
Pero es que entre la zona 6 y 10 del barrio José Félix Ribas de Petare la inseguridad no sólo viaja en los jeep, sino también que se pasea por todo el sector. El secretario de la referida línea contó que a finales del mes de noviembre tuvieron que suspender las clases hasta el mes de enero en una de las escuelas de la zona 2, porque supuestamente unos delincuentes mataron a un representante, hirieron a una maestra y a unos niños.
Cómo trabajan
«El modus operandi casi siempre es el mismo: se montan tres o cuatro, todos empistolados y después te dicen todo el mundo quieto que esto es un atraco», es una de las letanías a la cual ya están acostumbrándose a escuchar a diario los conductores que cubren la ruta de los sectores 6 y 10 del Barrio José Félix Ribas de Petare, según Almonte.
Pero más al centro de la ciudad capital están los conductores de Sabana del Blanco, que cubren la ruta de Clínicas Caracas, avenida Panteón, la Baralt hasta llegar a la terminal ubicado en El Paraíso.
Los choferes de dichas unidades sino son robados por cualquiera de los delincuentes de Los Erasos o el barrio Los Anaucos, entonces, son esperados en Capitolio, donde operan varias bandas.
Los conductores denuncian que las organizaciones hamponiles se han especializado tanto, que ahora los vendedores ambulantes y los buhoneros colaboran con la empresa del delito. Por lo general, toman nota de a qué hora pasó la unidad que tienen prevista asaltar.