El presidente de Perú, Alejandro Toledo, rechazó la posibilidad de otorgar una amnistía a miembros de las fuerzas armadas acusados de abusar de los derechos humanos durante la campaña militar contra los grupos subversivos en el país.
El mandatario respondió así a la propuesta del legislador Luis Iberico, presidente de la Comisión de Defensa del Congreso peruano.
Iberico propuso una amnistía para 638 miembros de la Marina, el Ejército y la Policía quienes son investigados por presuntas violaciones a los derechos humanos durante la lucha antiterrorista que se desarrolló en Perú entre 1980 y 2000.
Sin embargo hablando ante la prensa, Toledo señaló su negativa a dar «una amnistía generalizada», ya que dijo que es necesario «evaluar cada caso».
El presidente agregó que «no abriría una puerta» a esa opción y que quería que hubiera justicia para todos los implicados.
En el 2003 la Comisión de Verdad y Reconciliación del Perú halló que más de 60 mil personas fueron asesinadas durante las dos décadas de lucha entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes de la organización maoísta Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).
Levantar el ánimo
La propuesta del legislador Iberico se produjo poco después de que el gobierno peruano decretara el estado de emergencia en la región amazónica central, donde al menos 8 policías habrían muerto en ataques de Sendero Luminoso en las últimas semanas.
Según el legislador la amnistía buscaba levantar el ánimo de las fuerzas de seguridad que luchan contra los grupos subversivos en la selva.
Sin embargo el presidente Toledo afirmó que no puede justificar «ningún exceso» de ninguna de las partes que participan en la lucha contra la subversión.