España prepara expulsión de bieloruso operativo de Al Qaeda

Andrey Misura, el bielorruso detenido en Palma de Mallorca, entrenado en Chechenia para la comisión de actos terroristas y experto en armas químicas, se paseó por la geografía española hasta su detención el 19 de diciembre pasado con dos órdenes de expulsión sobre su cabeza que nunca se cumplieron.
Nuevos datos a los que ha tenido acceso ABC revelan, una vez más, que la legislación de extranjería en España es un peligroso coladero. Si hace unos días se daba cuenta en estas mismas páginas de cómo uno de los miembros del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, integrado en la red norteafricana de Al Qaida, prosiguió, hasta ser encarcelado el 29 de noviembre, con su objetivo de «preparar algo muy gordo en Madrid» al no ejecutar Interior la orden de expulsión que pesaba sobre él desde el 14 de junio, consta igualmente en los archivos policiales que Misura fue capturado en la capital balear durante la operación «La Unión», llevada a cabo por la Comisaría General de Información. En la misma se desmanteló una célula radical islamista integrada por 16 individuos que fueron detenidos entre Málaga, Sevilla y Palma de Mallorca.
Sorprendentemente, en la localización de este terrorista estaban interesados varios servicios secretos europeos a los que evidentemente no se dio cuenta de su paradero cuando el pasado 16 de marzo fue interceptado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en Marbella.
De aquel «encuentro», el bielorruso, que también utiliza los alias de «Amin Al Ansari» y «Sergei Malyschew», salió con la incoación de un expediente de expulsión en aplicación de la Ley de Extranjería. Comunicado el expediente a la Subdelegación del Gobierno de Málaga, se emitió un decreto el 25 de abril con el mismo resultado. «Pero el pájaro -refirieron fuentes policiales de la Jefatura malagueña- ya había volado, por lo que no pudo serle notificado».
El entrenador de «mujahidines» -a los que preparaba para atentar contra las tropas internacionales en Irak- dio otra «oportunidad» a la Policía española. Esta vez fue en Elche, cuando los agentes, y a la vista de que la situación de este extranjero nacido en Minsk era ilegal en España, actuaron en el cumplimiento de la ley, que exigía que se incoara contra él una propuesta de expulsión, lo que se hizo el 2 de diciembre. Que le buscaban diversos servicios secretos europeos debía de saberlo ya nuestra policía, puesto que según ha relatado Interior, Misura, huyendo precisamente de estos agentes, contactó en 1998 con «Abu Sufian», el iraquí líder de la célula desmantelada, que desde Nerja (Málaga) reclutaba y adoctrinaba «muyahidines» para enviarlos a su país natal para hacer la «guerra santa».
Pero de ese segundo encuentro con la ley española que ordenaba su expulsión, y que resultó de otra vez absolutamente inocua frente al terrorista, Misura quedó de nuevo libre. Y el «pájaro»volvió a volar. Esta vez el destino, parece que sin más escalas, fue Palma de Mallorca, donde fue detenido 17 días después. Por fin, en Nochebuena, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu dictó un auto de prisión por un delito de integración en organización terrorista contra Misura, alias «Amin Al Anari», amén de contra otros cinco de los 18 capturados en la operación «La Unión».
Por si fueran pocas dos órdenes de expulsión sobre una misma cabeza, el otro alias con el que se movía el bielorruso «Sergei Malyschew» corresponde al nombre de un ciudadano rumano contra quien el citado organismo también ha decretado su expulsión.
Cuando el marroquí Oussama Agharbi, de 22 años, fue detenido por la Policía en Málaga, y encarcelado el 24 de diciembre bajo la acusación de integración en organización terrorista, estaba dispuesto a iniciar un viaje a Irak como «mujahidin», presuntamente para cometer acciones suicidas, según explicó el ministro del Interior. Fue el propio José Antonio Alonso quien dijo a los periodistas que el detenido «había renunciado a renovar su documentación española». Sin embargo, ABC ha podido confirmar que este sujeto había solicitado el 14 de noviembre en Jaén un permiso de residencia y trabajo por cuenta ajena. Una paradójica solicitud para alguien que, entrenado a manos del bielorruso Misura, estaba dispuesto a reencontrarse con Alá en tan breve plazo.
Fuente: ABC
02.01.06

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