WASHINGTON.- Mientras las autoridades estadounidenses realizaban una «cuidadosa investigación» de la muerte a tiros del mexicano Guillermo Martínez en la frontera entre los dos países, el Departamento de Estado lamentó el hecho.
Sean McCormack, vocero del Departamento de Estado, indicó al mismo tiempo que se responderá a la nota diplomática entregada por el gobierno mexicano pero «no lo haremos en publico».
Una fuente diplomática estadounidense indicó que «responderemos tan pronto podamos» y precisó que las circunstancias del incidente que llevó a la muerte de Martínez están sujetas a una pesquisa en la que participan tanto autoridades federales estadounidenses como la policía de la ciudad de San Diego y autoridades mexicanas.
«No sería útil hacer presunciones antes de conocer todos los hechos», aconsejó la fuente.
De acuerdo con el propio Departamento de Estado de Estados Unidos, la investigación está a cargo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que por su parte turnó las preguntas a la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza, de la que depende la Patrulla Fronteriza.
Un agente no identificado de la patrulla dio muerte a Martínez el pasado 30 de diciembre cuando intentaba cruzar la frontera, pero las circunstancias del incidente crearon un escándalo en México.
Martínez murió en un hospital de Tijuana a causa de una herida causada por un disparo por la espalda.
McCormack puntualizó que «sería correcto decir que bajo esas condiciones es muy triste, es muy triste para las familias y los individuos involucrados».
Por su parte, Salvador Zamora, vocero de la Patrulla Fronteriza en Washington, aseguró ayer que el mexicano baleado por un agente de esta corporación había sido detenido al menos una decena de ocasiones por contrabando de migrantes.
Sin embargo, la versión no fue confirmada por autoridades mexicanas, pues el delegado de la PGR, Antonio Mendoza Chávez, se negó a dar declaración. (Con información de Julieta Martínez, corresponsal).