Descubren red de guerrilleros, narcos, delincuencia común y militares para traficar drogas y armas
La Fiscalía capturó, entre octubre y noviembre pasados, a 7 personas, entre ellas 2 suboficiales del Ejército, sindicadas de participar en el ilícito.
Las primeras averiguaciones se hicieron a mediados del año pasado en una residencia en la calle 96 con 81 en Medellín.
Investigadores de la Fiscalía y el DAS seguían el rastro a un grupo de subversivos que había llegado a la capital antioqueña con el objetivo de preparar y ejecutar algunos actos terroristas. Pero los seguimientos e interceptaciones telefónicas arrojaron resultados más allá de lo esperado.
En la casa de habitación de Medellín a la que llegaron las autoridades residían Didier Peña, ‘Dider’ (quien tiene antecedentes por una condena de 24 años de prisión por tráfico de armas), y Ana Cruz, ‘Cruza’, sindicados de ser miembros del frente 58 de las Farc que opera en Dabeiba, Valdivia y Apartadó (Antioquia).
La pareja mantenía comunicación con Samuel Peña, ‘El tío’, o ‘Gustavo’, a quien las autoridades sindican de ser jefe de ese grupo en Apartadó.
Las conversaciones, rastreadas por los hombres de inteligencia, revelaron que los subversivos sacaban la droga de los laboratorios y la llevaban en camiones y taxis a Medellín.
«Hablaban sobre la venta del estupefaciente a cambio de armamento, municiones, granadas, uniformes y medicinas», dijo un investigador.
En Medellín eran contactados por ‘Pedro’, un hombre que se presentaba a nombre de la mafia para la negociación.
Una vez tenía la mercancía, la mafia entregaba la droga a un grupo de delincuentes que opera en la ciudad, para almacenarla y transportarla a distintos lugares, para luego sacarla del país.
Según el expediente, después aparecía ‘Nacho’, quien se ponía en contacto con dos suboficiales del Ejército, cuyos nombres se mantienen en reserva. Otro uniformado, un soldado, tiene orden de captura. Por estos hechos, la Fiscalía investiga la posible participación de otros miembros de la Fuerza Pública.
Las autoridades capturaron a ‘Nacho’, pero están verificando si se trata de la misma persona que aparece en las conversaciones, pues el hombre se ha mostrado ajeno a esta organización.
Los uniformados, dice el proceso, se encargaban de la seguridad y de conseguir en el mercado negro de armas, municiones, uniformes, medicinas y equipos de comunicación como celulares.
Estos elementos eran llevados a los campamentos guerrilleros en caletas acondicionadas en camionetas y buses.
A través de los seguimientos, el 8 de septiembre del 2005, fueron capturados Rubén López y James Mejía, cuando les descubrieron en una caleta del campero en que se transportaban más de 2.300 cartuchos de diferentes calibres, una barra de explosivo, una subametralladora y 6 granadas de mano, 10 para mortero y 32 para fusil.
Al mismo tiempo, cuando la organización pretendía ingresar a Medellín un campero con 100 bolsas de base de coca fue capturado Juan Restrepo, quien confesó que ‘Cruza’ le había pagado un millón de pesos por llevar el vehículo.
Hasta el momento han sido capturados siete miembros de la banda y por lo menos otros seis tienen orden de captura. Otros están siendo rastreados e identificados plenamente en otras zonas del país como Bogotá y el Magdalena Medio.
En criterio de las autoridades, esta red ha traficado durante meses millonarios cargamentos de drogas y armas. Por eso, están ubicando algunas cuentas bancarias donde habrían llegado jugosos recursos del negocio ilícito.
Uno de los investigadores explicó que «aún falta mucho por indagar y llegar hasta todos los miembros de la organización criminal».
La Fiscalía está rastreando cuentas donde llegaron millonarios giros del negocio ilícito.