Videovigilancia contribuyó a resolver homicidio en Florida

ASHLEY FANTZ, SHANNON PEASE, y WANDA J. DeMARZO The Miami HeraldSus caras fueron captadas por las cámaras de vigilancia y transmitidas a todo el país durante estos últimos tres días. Los estudiantes de secundaria en Plantation susurraron sus nombres e hicieron declaraciones a la policía, y un sitio en internet sobre carreras de autos reveló sus identidades.
Ayer, la policía afirmó que los dos jóvenes captados en los videos han sido acusados por la golpiza a un desamparado y el asesinato de otro. Alrededor de las 9:45 a.m. las familias de Thomas S. Daugherty, de 17 años, y Brian A. Hooks, de 18, entregaron a los adolescentes en una estación de policía de Fort Lauderdale.
»Estaban callados», indicó Michael Gregory, capitán de la policía de Fort Lauderdale.
Los jóvenes no ofrecieron declaraciones y han contratado abogados, agregó.
La policía informó que los muchachos golpearon a Norris Gaynor hasta causarle la muerte. El desamparado de 45 años, fue atacado en el Esplanade Park, frente al Centro de Artes Escénicas de Broward a eso de las 4 a.m. del jueves.
Hooks y Daugherty fueron también acusados por agresión con agravante por el ataque contra Jacques Pierre, de 58 años, quien estaba durmiendo en un banco frente al recinto de la Florida Atlantic University en Fort Lauderdale (111 E. Las Olas Blvd.) a la 1 a.m.
»Todos vieron la grabación. Afectó a todos los que la vieron», comentó el capitán Gregory, quien señaló que las autoridades recibieron más de 100 llamadas que condujeron al arresto de los adolescentes. «Todos los recursos de que disponíamos se usaron en este caso».
La policía cree que los muchachos estuvieron involucrados en otro ataque una hora después del ataque que causó la muerte a Gaynor. Raymond Pérez, de 49 años, fue golpeado frente a la iglesia Church-by-the-Sea, junto al viaducto de la 17 Street Causeway, pero los jóvenes no han sido acusados en ese incidente y la investigación continúa.
Pérez y Pierre continuaban en condiciones estables en el Centro Médico de Broward General en Fort Lauderdale.
Mientras, la policía está buscando a otros dos adolescentes involucrados en los asaltos, amplió Gregory, y están investigando otros ataques a desamparados de la ciudad.
Daugherty y Hooks no tienen antecedentes penales, agregó.
»Parecían adolescentes comunes», observó Gregory. «No había nada que te alertara sobre su comportamiento».
El sábado sendas órdenes de arresto fueron presentadas en las casas de Daugherty y de Hooks en un barrio de clase media alta, bordeado de árboles cerca de la secundaria de South Plantation. Se vio a los investigadores sacando un bate de la casa de Hooks, situada en el 1330 Southwest 57th Avenue, y bolsas de papel de la casa de Daugherty, en el 5960 Southwest 18th Street.
Jay Clapper, vecino contiguo de Hooks, declaró que él vio el video de vigilancia varas veces en las noticias de televisión y reconoció a Hooks.
»Se parecía mucho», comentó Clapper.
Según la policía, es posible que los jóvenes hayan tratado de huir a Indiana o a Tennessee. Hay datos que indican que uno de ellos puede tener familiares en esos estados.
Gregory aseguró que las familias de los jóvenes están cooperando con la policía.
Hooks están en la cárcel del condado de Broward, en Fort Lauderdale, y Daugherty en el Broward Juvenile Assessment Center.
Derek Magill, un ex compañero de estudios de Hooks, dijo que se asombró al enterarse de su arresto. »No hubiera pensado que él haría algo así», subrayó Magill.
Añadió que ellos dos fueron juntos a la escuela muchos años y jugaban en el equipo South Plantation Paladin de hockey en patines de ruedas, y que una vez incluso iniciaron un club de pesca en la escuela que no duró mucho.
»Era muy expresivo, y uno de los mejores jugadores del equipo de hockey», recordó Magill. Hooks y él perdieron contacto después de graduarse el año pasado, pero Magill lo había visto hace un par de semanas a distancia cuando fue a visitar a un amigo que vive al otro lado del canal, donde esta la casa de los padres de Hooks, y tuvieron una breve conversación de una orilla a la otra.
Magill aseguró que Hooks trabajó de ayudante de camarero en un restaurante bar en Davie, pero un administrador del lugar no quiso hacer comentarios.
Otros conocidos indicaron que Hooks iba mucho a fiestas, tenía muchas amistades, y era un joven muy popular.
Varios compañeros de colegio que optaron por no dar sus nombres declararon que nunca oyeron a Hooks denigrar a ningún grupo en particular ni hablar de violencia, ni actuar de manera violenta. Varios comentaron que Hooks se había distanciado gradualmente de sus compañeros de estudios, especialmente después de haberse graduado, pero que seguía siendo muy popular.
»Cuando jugaba hockey, él no era agresivo. Nunca estuvo en peleas. Esto nos ha sorprendido mucho», afirmó Raquel Fontana, madre de un alumno que jugaba hockey con Hooks. Agregó que la familia de Hooks lo respaldaba mucho y sus miembros siempre iban a los juegos para animarlo.
Un sitio electrónico sobre carreras de carros en las calles estaba lleno de mensajes ayer de adolescentes que decían conocer a ambos jóvenes. La mayoría expresa repugnancia por los actos cometidos, y según varios, lo ocurrido fue algo similar a una escena de la conocida película A Clockwork Orange, en la que una pandilla de matones despiadados golpea a un vagabundo para divertirse.

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