Hace unos meses Microsof ya avanzaba que iba a colaborar con la Interpol para luchar contra la pedofilia en Internet.
De hecho, el primer encuentro, de cuatro días de duración, se celebró hace unas semanas en Lyon (sede central de la Interpol) bajo el nombre de Computer-Facilitated Crimes Against Children, y trató de cómo conducir una investigación contra la pedofilia online y la consecución de evidencias y pruebas tanto a través de internet como en los equipos informáticos, estando previsto la presencia de treinta y seis investigadores policiales.
Esta misma semana, la policía de Toronto ya lo ha puesto en marcha una nueva arma para luchar contra la pornografía infantil en internet: un sofisticado programa informático de Microsoft, que en su fase de pruebas ya probó su utilidad para rastrear a pederastas en la red.
Las cifras de la pornografía infantil en Internet, y paralelamente del abuso sexual de menores en todo el mundo, son una creciente tragedia. Se estima que en internet circulan alrededor de 600.000 fotografías y videos originales de pornografía infantil, y que el número de víctimas se sitúa entre los 60.000 y 100.000 menores.
Servidores trampa
Por su parte, la policía británica ha creado un portal trampa sobre pedofília con la intención de cazar a los que busquen este tipo de contenidos en Internet. La página ofrecerá indicios de contenido ilegal, tal como abuso a menores y pedofília en general. Los datos de las personas que intenten llegar al contenido más escabroso que la web promete, serán almacenados e investigados.
La Brigada de Criminología Nacional del Reino Unido, en colaboración con la policía de otros países, dio a conocer en Diciembre su intención de levantar un portal sobre pedofília para cazar a los que procuraran descargar las imágenes y vídeos que se prometen. Los que la visiten tendrán que navegar a través de varias páginas, todas con mensajes destinados a disuadir al invitado, advirtiendo del contenido explícito del portal e invitando a abandonarlo cuando lo desee. Si aún así el visitante decide continuar, haciendo caso omiso de las advertencias, llegará finalmente a una página que informará de que el servidor pertenece a la policía, que los actos que está cometiendo conforman un delito, y que los detalles de su conexión han sido almacenados.
La brigada no ha dado detalle alguno sobre la página en cuestión. La Interpol compartirá y estudiará los datos recogidos en la operación con los 181 países que colaboran con ella, pero tampoco se esperan grandes logros derivados de esta medida, pues los grandes pedófilos que lucran mafias, utilizan sistemas de seguridad que impiden su identificación en la Red. Más bien se trata de una medida de presión disuasoria para los que comercializan con el sexo ilegal.
Fuente: La Voz de Galicia
21.12.04