"Narcos" mexicanos buscan a jóvenes en la frontera con EE.UU.

Gastón Monge y Roberto Aguilar/Corresponsales
El Universal
Martes 24 de enero de 2006
Tamps.— La disputa por el mercado interno en esta frontera intensificó la lucha entre bandas del narcomenudeo y modificó su forma de operar al utilizar a menores de 25 años como borregos para la venta de droga, reveló Álvaro Moreno, mando único en la región del programa México Seguro, que opera desde junio pasado.
En lo que va de enero, en Tamaulipas se han registrado 20 homicidios atribuidos a las actividades del narcotráfico, y según el director de la Policía Ministerial del estado, Héctor Fernando Vallejo García, desde el año pasado no sólo se ha detectado que las víctimas son cada vez más jóvenes, sino también los gatilleros.
“La delincuencia organizada está abrazando a personas muy jóvenes que están debidamente adiestradas en el manejo de las armas”, aseguró Vallejo García al indicar que de las 20 ejecuciones, dos fueron en Reynosa y 18 en Nuevo Laredo.
Según la Procuraduría de Justicia del estado, ocho de los ejecutados en Nuevo Laredo eran menores de 25 años, incluido uno de 15 años, Miguel Ángel Singer Arreola, asesinado a balazos el 6 de enero, y otros dos no rebasaban los 35 años. Además, dos mujeres ejecutadas en Reynosa tenían 17 y 19 años de edad.
Según la Procuraduría, en otros dos casos reportados el 11 de enero en Nuevo Laredo —el de un joven encontrado muerto en un pasillo de bodegas de ropa usada y otro en un pequeño arroyo de Las Alazanas—, aún no se ha establecido su relación con el crimen organizado.
“No se trata de disputas grupales, sino de venganzas en contra de quienes perdieron algunos cargamentos de droga que hemos decomisado”, explicó, a su vez, Álvaro Moreno.
Para el director del Centro de Estudios Fronterizos y de Promoción de Derechos Humanos, Arturo Solís Gómez, los jóvenes son utilizados principalmente como parte de la “infantería” por el crimen organizado. “Son carne de cañón, los grupos están captando cada vez más a personas muy jóvenes”, añadió, tras considerar que esto se debe a la falta de oportunidades, la difícil situación económica y problemas de desintegración familiar.
Falta de valores
El sociólogo y terapeuta Luis Humberto Garza Vázquez analizó que la incursión de niños y jóvenes en las bandas del crimen organizado “se debe principalmente a la falta de valores y normas que se deben de enseñar desde el seno familiar”, así como a los medios masivos que difunden “un mundo irreal” de lujos y excesos.
Y el obispo de la diócesis de Victoria, Antonio González Sánchez, admitió que las instituciones, incluida la iglesia Católica, están fallando en orientar a los jóvenes para evitar que tomen conductas negativas.

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