Cientos de miles de cubanos marcharon frente al edificio de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana en una manifestación organizada por el gobierno para protestar contra la política estadounidense.
El foco del descontento es un flamante aviso iluminado instalado en la fachada la semana pasada en el que aparecen mensajes, a menudo sobre el tema de los derechos humanos, dirigidos al pueblo cubano.
Fidel Castro describió el aviso como una flagrante provocación.
«Bush eres un fascista», corearon quienes se unieron a la marcha al pasar frente a las instalaciones de la misión estadounidense en la capital cubana.
Muchos de los que protestaban eran niños y estudiantes.
Poco antes de que se les indicara que había empezado la protesta, los manifestantes escucharon un discurso del presidente Castro en el que leyó una letanía de quejas contra el gobierno de Estados Unidos.
Cuando empezó a hablar, se encendió el aviso detrás suyo.
Uno de los mensajes mostraba la noticia de que Cuba podrá participar en el clásico del mundial de béisbol el próximo marzo.
Otro mensaje citaba una frase de Abraham Lincoln que decía que no hay hombre lo suficientemente bueno para gobernar a otros sin su consentimiento.
Vieja pero energética
Cuba denuncia que Bush protege a Posada Carriles, (en la valla) un opositor de Castro.
La guerra de propaganda entre estos dos viejos enemigos parece estarse fortaleciendo con el paso de los días.
Cuba, por su parte, ha desplegado una serie de avisos a lo largo de la capital.
Como en el tema de una película de terror, uno muestra al presidente estadounidense George W. Bush junto con Adolfo Hitler y otro como un vampiro con sangre goteando de sus labios.
Bush también es mostrado en estas vallas como el protector de Luis Posada Carriles, un militante opositor de Castro a quien Cuba culpa de una serie de actos violentos contra la isla.