ANTONIO RODRIGUEZ / AFPWASHINGTONLa iniciativa de ofrecer mapas a los emigrantes antes de que emprendan la travesía del desierto de Arizona y una presunta incursión de militares mexicanos en territorio estadounidense para cubrir a narcotraficantes aumentaron la tensión entre Washington y su país vecino.
En un comunicado tan breve como virulento, el jefe del Departamento de Seguridad Interior Michael Chertoff fustigó la iniciativa de la independiente Comisión Nacional mexicana de Derechos Humanos (CNDH) y de la ONG estadounidense Fronteras Compasivas de poner mapas a disposición de los emigrantes ilegales.
»Nos oponemos en los términos más fuertes a la publicación de mapas para ayudar a los que quieran entrar ilegalmente a Estados Unidos», afirmó. »Es una mala idea alentar a los migrantes a emprender ese esfuerzo altamente peligroso y, en definitiva, inútil», añadió.
Según el responsable estadounidense, «esta iniciativa va a alentar a más gente a cruzar, originando más muertes de migrantes y más enriquecimiento de redes criminales de tráfico de personas que explotan el sufrimiento de otros».
La CNDH y Fronteras Compasivas presentaron la víspera en México carteles con mapas del desierto de Arizona en los que se señalan los puntos donde han muerto emigrantes ilegales para, oficialmente, tratar de disuadirlos, una intención que Washington no interpretó de la misma manera.
La polémica se produjo además en medio del tenso debate en Estados Unidos sobre la reforma migratoria represiva aprobada hace un mes por la Cámara de Representantes y que todavía debe ser sometida al Senado.
Esa ley, tal como ha sido sancionada por la Cámara Baja, no sólo prevé la construcción de un muro en la tercera parte de la frontera con México, sino que considera un delito la asistencia a ilegales que puede ser sancionado con cinco años de cárcel.
En este contexto, la presunta incursión el lunes en territorio de Estados Unidos, al este de El Paso, de militares mexicanos para cubrir una operación de narcotráfico también contribuyó a reavivar la polémica sobre el control de la frontera.
»Estuvimos en contacto con el gobierno de México y pedimos una investigación meticulosa y una respuesta de México sobre este incidente», declaró el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. »Obviamente, existe preocupación por los informes (recibidos), pero este incidente está bajo investigación (estadounidense). El Departamento de Seguridad Interior y la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza lo está haciendo, en coordinación con las autoridades federales, regionales y locales», añadió.
Las autoridades mexicanas negaron la participación de soldados de su país en la operación y la atribuyeron «organizaciones criminales que utilizan uniformes y equipo militar».
Pero los legisladores estadounidenses quieren más detalles. El senador republicano de Texas, Bailey Hutchison, expresó »su preocupación» y llamó a Chertoff a llevar a cabo una investigación y luego «informar al Congreso».