Bogotá (Reuters) – Un capitán de la policía secuestrado por la mayor guerrilla izquierdista de Colombia hace siete años, murió en cautiverio en algún lugar de las selvas del país, informó el miércoles un periódico local, justo el día en que su hija cumplió 14 años.
Julián Ernesto Guevara era uno de 63 secuestrados, incluyendo la ciudadana francesa y ex candidata a la presidencia Ingrid Betancourt y tres estadounidenses, que el presidente, Alvaro Uribe intenta intercambiar por insurgentes presos en cárceles colombianas.
La muerte de Guevara fue causada por una repentina enfermedad, reportó el periódico comunista Voz, que tuvo contactos directos con los guerrilleros izquierdistas que le proporcionaron la información.
Inmediatamente no se registró una confirmación oficial ni independiente sobre la muerte del oficial de policía.
La muerte en cautiverio de Guevara causó consternación en Colombia, donde miles de personas permanecen secuestradas a manos de delincuentes comunes, insurgentes de extrema izquierda y paramilitares de ultraderecha. Sus familias tratan desesperadamente de conseguir dinero para su liberación.
«Dios quiera que sea el único muerto de los secuestrados y que sea un peldaño para que las partes se pongan de acuerdo y sepan que esto no vale la pena», dijo la madre del oficial, Emperatriz de Guevara, al agregar que su nieta de 14 años celebraba su cumpleaños el miércoles.
Secuestrado en cruenta toma
Guevara fue secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a finales de 1998 durante la sangrienta toma a Mitú, la capital del suroriental departamento de Vaupés, fronterizo con Brasil, en la que 16 policías murieron y otros fueron 67 capturados.
El presidente, Alvaro Uribe, ha dicho que pactaría un intercambio humanitario de secuestrados por rebeldes presos, si los insurgentes que salgan de las cárceles no vuelven a sus actividades criminales.
Pero las FARC, la guerrilla izquierdista más numerosa y antigua del continente, ha dicho que no negociará mientras esté en la presidencia Uribe, un abogado de 53 años que asumió e poder en el 2002 con la promesa de acabar con la violencia y que buscará su reelección en los comicios de mayo.
Las FARC también secuestraron en el 2003 a tres ciudadanos estadounidenses que se desempeñaban como contratistas del Departamento de Defensa, al derribar el avión en el que se transportaban.
Ingrid Batancourt, en tanto, fue raptada por ese mismo grupo insurgente en febrero del 2002, mientras realizaba una visita para promover su campaña presidencial.
