Reinstauran documento de identidad en Inglaterra

Londres. La Cámara Baja de Reino Unido aprobó el pasado lunes en la noche los planes del gobierno laborista del primer ministro, Tony Blair, para volver a introducir gradualmente la obligación de tener un documento de identidad.
En principio, todos los británicos que soliciten un pasaporte a partir de 2008 recibirán un documento de identidad. La ley deberá ser aprobada por la Cámara de los Lores, dijo Efe.
Los planes del Gobierno recibieron un claro apoyo, con una mayoría de 30 votos. De esta forma, Blair pudo imponer la propuesta a pesar de resistencia en sus propias filas.
La aprobación es considerada un importante examen para la autoridad del premier, luego de perder tres votaciones en la Cámara de los Comunes en las últimas semanas. La decisión definitiva del Parlamento sobre la obligación de tener un documento de identidad será tomada luego.
En Reino Unido sólo fue obligatorio tener un documento de identidad durante la Segunda Guerra Mundial y en los primeros años de posguerra.
El Gobierno justificó la introducción de la documentación basándose en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. Las tarjetas de identidad contendrán tanto características biométricas como la huella digital.
Asimismo, los parlamentarios votaron en los Comunes a favor de imponer una prohibición total de fumar en restaurantes, bares y clubes privados de Inglaterra, con lo cual, los británicos sólo podrá fumar dentro de sus viviendas.
Los diputados tuvieron «voto libre» _no estaban obligados a seguir la posición de su partido_ sobre tres opciones: prohibición total de fumar en bares y clubes privados, en los bares, aunque no en los clubes, o sólo en los establecimientos que sirven comidas.
La votación fue sobre el Proyecto de Ley de Protección y Mejora de la Salud, que estipula la prohibición de fumar en todos lugares de trabajo, pero con las tres alternativas mencionadas y sobre las que los legisladores tenían que decidir.
Un reciente informe hecho por la Comisión de Sanidad de la Cámara de los Comunes señalaba que la prohibición total es la «única manera efectiva» de proteger la salud pública.

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