Uribe llamó a los militares a "rectificar" por torturas a soldados

Bogotá. El presidente colombiano, Alvaro Uribe, pidió a los mandos militares que realicen un acto de rectificación por el caso de las torturas a las que fueron sometidos 21 soldados, por parte de oficiales, en un centro del Ejército.
Uribe hizo la solicitud al hablar en la ceremonia de toma de posesión del general Mario Montoya como nuevo comandante de esa fuerza, en lugar del también general Reinaldo Castellanos, quien fue separado del cargo a causa de los escandalosos abusos, indicó Efe.
El presidente también invitó al ministro de Defensa, Camilo Ospina, y a la jerarquía castrense, presentes en el acto, a visitar en los próximos días el cuartel en el que fueron cometidos los ultrajes, situado en Honda, a unos 100 kilómetros de Bogotá.
«Convoquemos allí a todos los padres de familia vinculados con este incidente y a los soldados, y asumamos desde allí la responsabilidad de rectificar estos errores, de que jamás vuelvan estos errores a pretender manchar el buen nombre de los soldados y policías de la patria», dijo Uribe.
Admitió que hechos como los del Centro de Instrucción y Entrenamiento del Ejército «no son incidentes de poca monta», porque con ellos puede afectarse la política de Seguridad Democrática que centra su plan gubernamental.
«La semana pasada defendía yo en una difícil reunión en Estados Unidos nuestro récord en derechos humanos. ¿Qué pasa si se violan los derechos humanos al interior de la institución? Que no nos van a creer que respetamos los derechos humanos en el combate a los terroristas y en las relaciones con la ciudadanía», manifestó el jefe de Gobierno.
Para el gobernante, «el maltrato al soldado lo autoriza para maltratar».
«Al soldado hay que enseñarlo a ganar, sin autorizarlo para maltratar», puntualizó el mandatario, y observó que el «cariño» es un componente fundamental en la severidad, la disciplina y el sacrificio que implica la vida militar.
Los abusos fueron denunciados por la revista Semana, que ofreció testimonios de víctimas y fotografías de la instrucción en la que superiores de los reclutas les quemaron con hierros para marcar ganado, les zambulleron forzadamente la cabeza en un río y en huecos con estiércol, les golpearon o les amenazaron con violencia sexual.
Los soldados formaban una compañía del Batallón Patriotas, con sede en Honda, localidad a unos 100 kilómetros al noroeste de Bogotá, y recibían adiestramientos en lucha contra la guerrilla.
Además, el caso generó la separación del cargo del coronel Rubén Hernández, comandante del Batallón Patriotas de Honda, responsable del Centro de Instrucción y Entrenamiento del Ejército, donde ocurrieron los maltratos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *