L. Martínez
Zapatero, ayer en un momento del mitin en la localidad de Dos Hermanas (Sevilla)
Sevilla- Apenas unas horas después de que la multitudinaria manifestación de las víctimas clamase en Madrid en contra de la negociación con los terroristas, el presidente del Gobierno se subió ayer al estrado ante 25.000 incondicionales en la localidad sevillana de Dos Hermanas. Quien más quien menos esperaba que José Luis Rodríguez Zapatero se refiriese a la protesta (la tercera en poco más de un año contra su Gobierno), pero el jefe del Ejecutivo prefirió mirar para otro lado y no hacer ni mención a la masiva movilización contra su política antiterrorista. Como hiciera en otro tiempo su antecesor socialista en el cargo, Felipe González, que solía echar mano del vicepresidente Alfonso Guerra para deslizar lo que no debía, o quería, decir; Zapatero recurrió al presidente andaluz con similar intención. Manuel Chaves -que también participó en el acto convocado por el PSOE con motivo de la celebración, el próximo martes, del Día de Andalucía- sí entró a valorar la manifestación, para lamentar que «algunos prefieran manifestarse no contra el terrorismo, sino contra el Gobierno».
Zapatero -a quien los asistentes animaban a dar «caña» al PP- tiró de talante para pedir tranquilidad frente a las críticas de los populares a la política antiterrorista del Gobierno. Y aprovechó para hacer un llamamiento a la unidad para vencer al terrorismo de ETA: «Vamos a ganar la paz y la libertad definitivas unidos todos los españoles». Pero los argumentos del presidente del Ejecutivo en favor de esa ansiada unidad estuvieron salpicados de un vocabulario de trinchera. «En nuestras filas hay gente que perdió la vida por defender nuestros ideales, en sus filas también -adujo-, y yo no les voy a dar ni una sola satisfacción a los violentos. Esa apelación al consenso también chirrió un tanto cuando pidió a los simpatizantes socialistas «calma» y «contención» para no responder a los dirigentes populares «en el tono que utilizan ellos». El corolario de Zapatero a esa «mano tendida» en pro del consenso llegó cuando auguró un futuro «brillante» para España siempre que no gobierne el PP. «El desastre -vaticinó- va a ser el futuro de la derecha».
El presidente del Gobierno recordó que, cuando él estuvo en la oposición, prestó su apoyo «pleno e incondicional» al Ejecutivo de José María Aznar en esa lucha. «No lo hacía por apoyar a Aznar -explicó- sino por apoyar a mi país, a la democracia y a la libertad; y ahora les pido el apoyo (a los dirigentes del PP) en la lucha contra el terrorismo no para apoyarme a mí, sino para que apoyen a este país, al Estado, a la democracia, la libertad y la paz», añadió.
Chaves fue más allá y en su intervención aseguró que a veces le entra la duda «y me pregunto, cuando observo la actitud del PP en la lucha contra el terrorismo, si para ellos es más prioritario derrotar a los socialistas que a los terroristas». Y para subrayar esa llamada a la unidad del presidente del Gobierno, Chaves insistió en que «en esta batalla no se trata de derrotar a los socialistas ni a los del PP, sino de que juntos se derrote a los terroristas y se acabe con la violencia». El presidente andaluz concluyó citándose a sí mismo, al recordar sus palabras del pasado viernes, en Vitoria, en el homenaje al socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA, cuando subrayó que el mejor homenaje que se puede hacer a las víctimas es que no haya más.
El silencio de Zapatero no evitó que las reacciones a la manifestación de las víctimas se sucediesen. El secretario de Libertades Públicas del PP, Ignacio Astarloa, la calificó de «histórica» y recordó que se trata de la tercera protesta en el último año «para decirle al Gobierno que las víctimas piden justicia, que la sociedad quiere la derrota de los señores de las bombas y que no se puede negociar nada con terroristas».
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se felicitó por el «éxito conseguido» e instó a Zapatero a «mover ficha». El presidente de la asociación, Francisco José Alcaraz, dijo que la AVT espera ahora del jefe del Ejecutivo «que le diga muy claramente a ETA que ellos (los terroristas) van a ser los derrotados y que las víctimas, la sociedad española y la democracia y el Estado de Derecho son los que van a vencer».
Idéntico convencimiento mostró el Foro Ermua. Por boca de su presidente, Mikel Buesa, expresó su descontento hacia el Gobierno, que en su opinión «ha dado claras muestras de haber mantenido negociaciones con la banda terrorista». Buesa señaló que un Ejecutivo que defiende que «no debe haber vencedores ni vencidos» y que señala que «no hay motivos» para la inquietud de la sociedad «miente», informa Ep.
En el PNV se aprovechó la protesta para cargar contra el PP. Su portavoz parlamentario, Joseba Egibar, acusó a los populares de «aprovecharse» del «sufrimiento acumulado durante muchos años» por las víctimas. Por último, el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, calificó la protesta de «ultraconservadora» y acusó a la AVT de echarse a la calle «para atacar al Gobierno».
Reacciones dispares
– El presidente andaluz, Manuel Chaves, enmendó el silencio de Zapatero al asegurar que en la manifestación de la AVT «algunos preferían manifestarse no contra el terrorismo, sino contra el Gobierno».
– Para el secretario de Libertades Públicas del PP, Ignacio Astarloa, las víctimas dejaron claro al Gobierno que «no se puede negociar nada con terroristas».
– La AVT calificó la marcha de «histórica» y emplazó a Zapatero a «mover ficha».
– IU tachó la manifestación de «ultraconservadora» y acusó a la AVT de «atacar al Gobierno».
