Un total de diez favelas de Río de Janeiro continuaban esta tarde cercadas por un fuerte operativo militar con más 1.500 soldados que buscan armas robadas por narcos. Además, comenzaron a bloquear puentes y rutas de la zona.
La salida del Ejército a las calles fue ordenada hace casi una semana, luego de que una banda de al menos siete delincuentes asaltó un cuartel y se llevó nueve fusiles FAL y una pistola 9 mm.
Ahora, las operaciones se extendieron a las principales rutas que salen de Río y al gigantesco puente que une a la ciudad con la vecina Niteroi.
En tanto, los habitantes temen que se provoque un baño de sangre y ni le hablan a los soldados que los paran para pedirles que se identifiquen y revisar bolsos y paquetes.
El Comando del Ejército reveló que entre los hombres desplegados en Río hay un centenar de veteranos de Haití, donde habían participado en tareas de vigilancia y patrullaje de Cité Soleil, un suburbio de Puerto Príncipe tanto o más pobre y violento que algunas favelas cariocas.
Cuando se desplegó el operativo en Río, los narcotraficantes, dueños de la ley en las favelas, recibieron a balazos a los soldados. Luego los tiroteos fueron esporádicos y hasta el hoy causaron la muerte de un adolescente que presenciaba un enfrentamiento, cerca del puerto.
Los uniformados, amparados en una orden de la Justicia Militar y con el apoyo del gobierno del Estado de Río, dejaron claro que su única misión era hallar las armas, pero que no se irían hasta cumplirla. «Recuperamos las armas y nos vamos», dijo el coronel Fernando Lemos, portavoz del comando de la operación.