MICHAEL ASTOR / AP RIO DE JANEIROTropas del ejército entraron ayer a barriadas de Río de Janeiro, reanudando la búsqueda de armas robadas de una unidad militar y descartando una retirada. Cerca de 200 soldados, junto a agentes de operaciones especiales de la policía, cerraron la entrada a la barriada Rocinha, una vasta comunidad sobre las colinas de Río que da hacia las zonas residenciales más ricas de la ciudad.
Un morador de la barriada fue herido en un tiroteo y un soldado resultó herido al dispararse accidentalmente en un pie con su propia arma, dijo el coronel Fernando Lemos, vocero del Comando Militar del Este. No se informó de inmediato si el morador herido está relacionado con bandas o lo grave de sus heridas.
Las tropas buscan 10 rifles de asalto y una pistola robados el 3 de marzo de una unidad castrense de Río por al menos siete hombres vestidos con trajes de camuflaje y pasamontañas. Informes de la prensa local dijeron que se escucharon detonaciones y disparos en la ba-
rriada poco antes de la llegada de los militares. No hubo de inmediato informes de heridos.
Helicópteros sobrevolaron la barriada y dejaron caer panfletos exhortando a los moradores a informar a la policía, caso supieran del paradero de las armas robadas.
La operación del ejército se produjo un día después que las tropas se retiraran de al menos seis barriadas de Río, incluyendo de Providencia, donde a lo largo de una semana las bandas de traficantes desafiaron a los militares en algunas balaceras a plena luz del día.
En esos tiroteos de los últimos días murió un hombre y cuatro personas fueron heridas por esquirlas de balas.
El lunes, el general del ejército Helio Chagas de Macedo Junior dijo que a pesar de la salida de las tropas, el ejército mantendría operaciones para recuperar el armamento en la medida que surgieran nuevas informaciones sobre su posible paradero.
»No hemos desmovilizado las tropas. Pueden estar en sus barracas, pero están listas para salir tan pronto como nueva información de inteligencia este disponible», dijo el oficial.
Pero Macedo admitió que el ejército cuenta con poca información.
»No tenemos información concreta sobre dónde están las armas», dijo. »Pueden estar en distintas comunidades», agregó.
También reconoció la posibilidad de que el armamento ya haya salido del estado.
La barriada Rocinha ha sido escenario de cruentos enfrentamientos entre bandas rivales de narcotraficantes, que luchan por el control de los lucrativos puntos de ventas de drogas.
Río es una de las ciudades más violentas del mundo con una tasa anual de homicidio de 50 por cada 100,000 habitantes. Gran parte de esa violencia se produce en las barriadas.