Ex canciller irakí era informante de la CIA

Washington. El ex ministro de Relaciones Exteriores de Irak bajo el gobierno de Saddam Hussein espió para la norteamericana Agencia Central de Inteligencia (CIA) antes de la invasión de Estados Unidos en 2003 a cambio de 100.000 dólares, informó la cadena de televisión NBC.
En septiembre de 2002, el jefe de la diplomacia iraquí, Naji Sabri, entregó información sobre el supuesto programa de armas de Hussein a cambio de dinero en efectivo en una reunión promovida por Francia en un hotel de Nueva York, informó NBC citando fuentes de inteligencia, destacó Efe.
Durante esa reunión, según NBC, Sabri dijo a un intermediario de la CIA que Saddam tenía armas químicas y quería una bomba nuclear, pero necesitaba mucho más tiempo de lo estimado para construirla. También negó que Irak tuviera armas biológicas.
Las revelaciones de Sabri se consideraron más precisas que la propia información de la CIA sobre el arsenal de Hussein, según NBC.
No obstante, el canciller suspendió sus contactos semanas más tarde, luego de resistir repetidamente a la presión de la CIA de desertar a Estados Unidos y renunciar públicamente al gobierno de Hussein.
Tras la invasión de marzo de 2003, Sabri no fue arrestado ni incluido en el famoso «mazo de cartas» de los sospechosos iraquíes más buscados por las tropas norteamericanas.
Por otra parte, un grupo de influyentes senadores estadounidenses se reunió con el primer ministro iraquí, Ibrahim al Yafari, para discutir las perspectivas de formación de un gobierno de unidad nacional, paso considerado crucial hacia la paz y el retiro de las fuerzas extranjeras del país.
Al Yafari opinó que Irak superó los obstáculos políticos más importantes y pronosticó que el nuevo gobierno estaría formado a más tardar en abril.
El senador Carl Levin, principal demócrata en la Comisión de las Fuerzas Armadas, dijo que «abril está bien, pero es necesario que se cumpla este compromiso para seguir apoyando la presencia de fuerzas estadounidenses en Irak».
El presidente de la comisión, John Warner, dijo que las decisiones sobre la presencia de fuerzas estadounidenses no dependen sólo del presidente norteamericano, George W. Bush, o del Congreso, sino también del «pueblo estadounidense».
Entretanto, la muerte de 21 personas, incluidos 17 policías, elevó a más de 50 el número de víctimas mortales en actos de violencia en las últimas 36 horas en Irak, donde fueron hallados, además, los cadáveres de 12 personas asesinadas.
Por otra parte, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, dijo que aprueba las negociaciones entre Estados Unidos e Irán en torno a Irak.

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