Matan en Caracas a reportero gráfico mientras cubría manifestación

El Universal
Jueves 06 de abril de 2006
CARACAS (Agencia).- Mientras centenares de personas salieron ayer a las calles de Caracas a exigir justicia tras el asesinato de tres jóvenes hermanos por sus secuestradores, un fotógrafo que cubría la protesta murió al ser atacado a tiros por un presunto policía.
El fotógrafo de prensa Jorge Aguirre viajaba en un vehículo del vespertino El Mundo y de acuerdo con la versión facilitada a los medios por el director del diario, Enrique Rondón fue atacado por un presunto policía que ocupaba el asiento trasero de una motocicleta.
Rondón explicó a los medios que el individuo que disparó dijo ser una «autoridad» y exigió a los ocupantes del vehículo que estacionasen, orden que inicialmente no acató el conductor pero que cumplió cuando recibió dos balazos en la parte trasera del auto.
El director del vespertino añadió que una vez estacionado el vehículo, Aguirre salió y el presunto policía le disparó. El fotógrafo cayó de rodillas, pero logró sacar una foto de su agresor, ya de espaldas. Aguirre fue llevado al cercano Hospital Universitario, donde murió.
El conductor del auto, Julio Canelón, dijo que la moto en que viajaba el atacante, similar a las que usa la policía, no tenía matrícula ni distintivos. Sus ocupantes vestían de civil y cubrían su cabeza con casco y lentes negros.
Representantes del diario caraqueño aseguraron que la foto que sacó Aguirre de su agresor fue enviada a los cuerpos de policía.
Rondón explicó que el fotógrafo venía de hacer un reportaje en el estadio deportivo de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y aprovechó para sacar algunas fotos de la manifestación en protesta por el asesinato de los hermanos canadienses-venezolanos Faddoul.
Los cuerpos de Jhon, Kevin y Jeason Faddoul, de 17, 13 y 12 años, respectivamente, y el del chofer de la familia Miguel Rivas, fueron hallados el martes con signos de tortura y varios disparos. Los jóvenes, secuestrados el pasado 23 de febrero, eran hijos de un empresario libanés nacionalizado canadiense.
Las manifestaciones para exigir justicia llegaron hasta la sede del Ministerio del Interior, donde decenas de jóvenes y mujeres vestidas de luto gritaron consignas contra la impunidad y pidieron la renuncia del ministro Jesse Chacón.
Las autoridades dijeron tener pistas firmes sobre los responsables del asesinato de los menores.

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