Associated Press
MANAGUA
Unas mil personas, en su mayoría mujeres y sus niños, exigieron ayer a la Legislatura nicaragüense que no permita que se reduzcan las penas contra delitos sexuales a la niñez.
Con pancartas en las que se leía »Abusador sexual, mi voz te detendrá» y »Exigimos penas fuertes para los abusadores», los manifestantes presionaban a los diputados para que no aprueben la reducción de penas para ofensores sexuales en el nuevo Código Penal que discuten.
»El abuso y la explotación sexual son delitos que ocasionan daños físicos, emocionales y sociales graves, dejando secuelas para toda la vida. Por lo tanto, se debe castigar conforme la gravedad del delito», dijeron la Red de Mujeres Contra la Violencia y la Coordinadora de la Niñez y la Adolescencia, entre otras organizaciones.
El antiguo Código Penal impone sentencias de 15 a 20 años de prisión para el delito de violación de menores de 14 años, pero el nuevo código las reduce a entre 12 y 15 años.
Los manifestantes también criticaron que el nuevo Código contemple el beneficio de la mediación, que posibilitaría negociar la impunidad de los infractores.
Denunciaron que los diputados intentan establecer penas de uno a tres años de prisión para el abuso sexual; de dos a cuatro años para la explotación sexual y de seis meses a dos años por acoso sexual, muy por debajo a las que se imponen por el robo de ganado. Aseguraron que, entre los años 2002 y 2003, el Instituto de Medicina Legal atendió 7,688 casos de adolescentes víctimas de violencia o abuso sexual.
Otro estudio divulgado por la red revela que entre el 25 por ciento y el 30 por ciento de las mujeres de diversas ciudades de Nicaragua ha sufrido abuso sexual en algún momento de su niñez.
