Criminalidad en Perú amenaza con desbordarse

La criminalidad y violencia en Perú, donde cada año se cometen unos 200 mil delitos (robos, asaltos, secuestros, asesinatos y otros) constituye el principal problema de Perú, reveló un informe oficial.
Un reporte de circulación exclusiva para el alto mando de la Policía Nacional de Perú, del Consejo de Seguridad Ciudadana (CONASEC), al que tuvo acceso Notimex, plantea la necesidad de aumentar el número de agentes ante un posible «desborde».
«La delincuencia afecta a todos los niveles socioeconómicos, pero la incidencia de cierto tipo de delitos, como los robos a viviendas, por ejemplo, es mayor en los sectores medios o bajos», puntualiza el informe remitido al presidente Alejandro Toledo.
Según el reporte «Estrategia para una seguridad ciudadana», en el año 2003 se registraron en Perú 164 mil 959 delitos y en el 2004 unos 200 mil en tanto en el 2005 se cuantificaron unos 205 mil hechos ilícitos.
Sin embargo, las cifras podrían ser mayores, ya que muchos peruanos deciden no denunciar los delitos por temor a venganzas por parte de las bandas organizadas y toman estos hechos como algo «normal», principalmente en Lima, de acuerdo al reporte.
En Perú, los delitos más frecuentes son aquellos que atentan contra la propiedad de las personas, entre los que se distinguen en primer lugar, el robo (39.7 por ciento), el hurto (39%), seguido de lejos por las estafas (7.2) y la apropiación ilícita (7.1%) y otros.
Los robos y asaltos tienen como principal objetivo la apropiación de los bienes de las víctimas más que dañar su integridad física (poco uso de armas y bajo registro de agresiones graves).
En la mayor parte de casos, los atacantes son varones jóvenes que forman parte de las mil 500 pandillas que hay en Perú y que cometen actos antisociales, que según estudios parecen obedecer a falta de alternativas recreativas y laborales.
Los datos de CONASEC son aproximados en tanto el Instituto Nacional de Estadística e Informática no realiza desde 1998 la denominada «Encuesta de las víctimas», con cobertura en Lima en la que se refleja el accionar delincuencial.
Se estima que hay una tasa de 5.12 asesinatos por 100 mil habitantes, nivel que se mantiene desde el año 2003.
En el año 2003 predominaron las denuncias sobre delitos contra el patrimonio 112 mil 915 (71%), contra la vida, cuerpo y la salud 19 mil 325 (12%), contra la libertad 10 mil 507(7%), contra la familia tres mil 849( 2%) y otros 13 mil 394 ( 8%).
En tanto en el 2004, se reportaron cien mil faltas cometidas contra el patrimonio y una cantidad igual contra la persona, entre otros (secuestros, asesinatos y robo agravado).
Esa situación lleva que los penales peruanos se saturen, ya que en la actualidad hay 31 mil 352 internos compuesta de 29 mil 108 hombres y dos mil 244 mujeres.
Frente a ese panorama, el presidente Alejandro Toledo anunció la puesta en marcha de los planes «Destello», «Cebra» y «Alcoholemia», orientados a mejorar la percepción de la presencia de la policía.
El gobernante dispuso un mayor patrullaje policial (a pie y motorizado) focalizado en zonas críticas y en horas punta, logrando una mayor cobertura total de las demarcaciones territoriales, dando la imagen de saturación policial en los distritos.
Sin embargo, la credibilidad de la población en los agentes de la policía es mínima y hay denuncia contra malos gendarmes que piden entre 20 y 50 soles (6.17 y 15.43 dólares) a las personas que se pasen un alto o se estacionen mal.
Y si alguien es detenido manejando a alta velocidad o con aliento a alcohólico tiene que «pagarles» a los policías unos 50 dólares para no ser conducido a la comisaría.
La evolución de los recursos humanos en la Policía nacional del Perú, revela un progresivo decrecimiento, al pasar de 120 mil efectivos que existían en 1985 a 92 mil policías que tienen en la actualidad.
La institución Policial ha sufrido una disminución del 24 por ciento, mientras que la población se ha incrementado en un 59.7 por ciento( 27 millones 148 mil 101 habitantes).
Ello permite inferir que la demanda de la población por protección y seguridad es cada vez mayor en comparación a la oferta de servicios policiales.
Un tema, que según el gobierno preocupa demasiado, son los asaltos en las unidades del transporte interprovincial, principalmente en los horarios comprendidos entre las 00.00 y 08.00 horas, seguido de la 16.00 a 00.00 horas.

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