Los obispos de Venezuela rechazaron hoy que la Fiscalía General y ‘algunos medios oficiales’ opinaran que el homicidio del sacerdote Jorge Piñango, subsecretario de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), fue un crimen pasional.
El religioso fue hallado muerto el lunes en un hotel de Caracas, tras ser visto por última vez por sus conocidos el viernes último a medianoche, cuando dejó una fiesta familiar y no regresó a la sede de la CEV, como había anunciado que haría.
‘Rechazamos categóricamente las declaraciones del fiscal general’, Isaías Rodríguez, quien, ‘violando la reserva legal’ del caso, emitió el martes una opinión que ‘desprestigia al fallecido, a la familia y a la comunidad creyente, criminalizando a la víctima y convirtiéndola en sujeto cómplice de su propia muerte’, dijo la CEV.
Lo hizo mediante un comunicado leído por su presidente, Ubaldo Santana, arzobispo de Maracaibo.
‘No hubiese querido decirlo, pero debo enfrentar las matrices mediáticas’, había expresado previamente el fiscal general, quien se refirió al caso como un asunto pasional, sin relación directa con el problema social de la inseguridad.
Rodríguez aseguró que la autopsia permitió verificar ‘lesiones en el ano’ del sacerdote, quien fue encontrado ‘desnudo, con un golpe en la cabeza’, ‘con excrementos’ en el cuerpo y con una data de 36 horas de muerte, causada por ‘asfixia por sofocación, como si le hubiesen puesto una almohada para que deje de respirar’.
Añadió que junto al cadáver se encontró ‘un estimulante que tiene todas las características de los que sirven para colocar más activas (sexualmente) a las personas’ y que el principal sospechoso de la muerte ‘es un joven de 26 años bien parecido’.
El cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, que habló también en la rueda de prensa de todos los miembros de la CEV, remarcó que suponía que la del fiscal general era una opinión personal, ‘que no debe obedecer a una política del Estado ni del Gobierno’.
Asimismo, Urosa recriminó ‘el tratamiento con burla y desprecio’ que han dado al caso ‘algunos medios de prensa oficiales’, que se abstuvo de identificar.
Al respecto, el comunicado de la CEV subraya su rechazo al ‘manejo inhumano e indecoroso que de esta situación se ha hecho en algunos medios oficiales de comunicación’, sin precisar cuáles.
‘Apenas se están iniciando las investigaciones (…); por consiguiente, debe evitarse todo juicio apresurado’ sobre el hecho, dice el texto de la CEV y añade que ‘este monstruoso crimen mantiene consternada a toda la población y pone de relieve, una vez más, la grave situación de inseguridad y descomposición moral del país’.
El fiscal general había dicho que ‘este caso quiere ser desdibujado y colocado en una matriz mediática que no es la que le corresponde’, en referencia, precisamente, a quienes lo atribuyen a la inseguridad y acusan al Gobierno de no actuar ante los delincuentes.