Guardias mataron a adolescente en campamento

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GINA JONES, madre del joven Martin Lee Anderson (centro), en una conferencia de prensa. A la izquierda, el padre de Martin.El médico forense encargado de la segunda autopsia, dictaminó ayer que el adolescente de 14 años que recibió incontables puñetazos y patadas por parte de los guardias de un campamento disciplinario para delincuentes juveniles, murió porque los guardias lo asfixiaron.
Esta conclusión contradice la de un colega que culpó la muerte del muchacho a un desorden sanguíneo que por lo general es benigno.
»La muerte de Martin Lee Anderson fue provocada por asfixia debido a las acciones de los guardias del campamento», concluyó el doctor Vernard Adams.
Adams dijo que la asfixia sobrevino cuando los guardias le taparon la boca con sus manos al chico, así como por »inhalación obligada de vapores de amoníaco», lo cual hizo que las cuerdas vocales se contrajeran, impidiéndole así que pudiera respirar.
El cadáver de Martin Lee Anderson fue exhumado después que una videocinta de vigilancia de la instalación salió a la luz y en ella se pudo ver cómo los guardias lo maltrataron con violencia el 5 de enero, un día antes de fallecer.
Su familia había cuestionado los resultados iniciales del doctor Charles Siebert, médico forense del Condado Bay, quien dijo que el adolescente falleció por causa de una dolencia conocida como siclemia.
»Estoy muy disgustado con la conclusión del doctor Adams, y considero las acciones de los guardias absolutamente deplorables», enfatizó el gobernador Jeb Bush, que ordenó la investigación que condujo a la segunda autopsia.
En una declaración, Bush le aseguró a los padres de Anderson que el estado utilizará todos los recursos que los fiscales consideren necesarios «para concluir esta pesquisa cuanto antes».
Hasta el momento, nadie ha sido arrestado en relación con la muerte de Anderson, que provocó protestas en el Capitolio estatal, obligando a los legisladores a cuestionar los campamentos semimilitares y obligó a que el principal funcionario policíaco de la Florida renunciara a su puesto.
Los padres de Anderson dieron una conferencia de prensa ayer en la oficina de su abogado en Tallahassee para de este modo hablar sobre los resultados de la nueva autopsia. Marc Tochterman, portavoz del Departamento de Policía del Condado, a cuyo cargo estaba el campamento, señaló que su departamento no tenía ningún comentario que hacer de inmediato.
Siebert no devolvió la llamada que se le hizo para que comentara acerca del asunto, pero en repetidas ocasiones ha declarado que se mantiene firme en su conclusión inicial, afirmando que se basó en hechos científicos, no en emociones. De igual modo, ha expresado que los ataques que le han hecho varios grupos de intereses especiales han sido injustos.
También ayer, Charlie Crist, fiscal general de la Florida, indicó que Siebert »debería probablemente ser suspendido, mientras se realizan las investigaciones pendientes». Crist agregó que el informe de la segunda autopsia no era sorprendente.
»Después de haber observado la videocinta, no puedo decir que esté sorprendido de los hallazgos. Lo que realmente me dejó pasmado fue la primera autopsia», sentenció Crist. Comentó que «es casi seguro que halla arrestos».
Como se sabe, la videocinta muestra cómo el joven Anderson era golpeado a puñetazos, patadas y arrastrado por los guardias en su primer día en el campamento juvenil del Condado Bay. Posteriormente fue llevado a un hospital de Pensacola, donde falleció pocas horas más tarde.
Waylon Graham, abogado de Charles Helms, el teniente de la policía del Condado Bay, segundo al mando del campamento, y presente en los ejercicios ejecutados el día de la tragedia, dijo que no le extrañó el informe de Adams.
»Me parece que Helms sabe lo que le viene encima», acotó Graham. «Cuando en una autopsia salen a relucir resultados así, resulta evidente que acusarán a mi cliente y a varios otros.
La segunda autopsia la ordenó el fiscal del Condado Hillsborough, Mark Ober, a quien el gobernador nombró para que se encargara de investigar todo el incidente.
En su autopsia, Siebert concluyó que la gran fatiga física a la que fue sometido el muchacho había provocado la siclemia, que a última instancia fue lo que provocó que pequeños coágulos se formaran en el sistema sanguíneo de Anderson, causando una hemorragia interna.

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