Británicos compran misiles a España

La Royal Air Force (RAF), la fuerza aérea del Reino Unido, ha confiado por primera vez a una empresa privada y además extranjera, la española Einsa, los sistemas de puesta en posición autopropulsados externos de carga (principalmente bombas y misiles) para sus aviones de combate. La española, que suministra una amplia gama de servicios de apoyo en tierra a aviones civiles y militares de numerosas compañías y países, contabiliza el 60% de sus ventas en el exterior.
José Antonio Fernández, director general de Einsa, en la sede de la compañía en Alcalá de Henares (Madrid)
Einsa se fundó hace 25 años para construir escaleras y plataformas de acceso a un nuevo y gigantesco avión, el jumbo, y hoy es líder mundial en diseño, fabricación y mantenimiento de equipos avanzados de apoyo a aviones en tierra.
La empresa, controlada por la familia Rodríguez Pla, dedica desde hace años el 10% de su facturación (13,81 millones en 2005) a investigación y desarrollo. Un esfuerzo que le ha permitido ampliar y sofisticar su producción inicial (escaleras y carros de maletas). Hoy desarrolla equipos y componentes para misiles aire-aire AIM-9 y de crucero Storm Shadow; equipos y vehículos especiales; contenedores; simuladores y utillajes para paracaidismo y para mantenimiento y operación de aeronaves; bancos de prueba; y servicios de ingeniería y mantenimiento.
El mayor logro de Einsa, que emplea a 97 personas, en su mayoría ingenieros y técnicos, y que tuvo un beneficio neto en 2005 de 857.201 euros, ha sido, según su director general, José Antonio Fernández, su contratación, pese a ser un grupo extranjero, como proveedor logístico de la Royal Air Force (RAF) británica. Esta relación sin precedentes se inició en 2002, con la firma de un contrato por más de 13 millones de euros para el suministro de sistemas de carga y posicionamiento de armas a una flota integrada por un centenar de aviones de varios modelos.
La satisfacción por la tecnología y los servicios recibidos llevó a las autoridades británicas a suscribir con Einsa en 2004, según explica Fernández, un segundo contrato mucho más ambicioso en su importe, 30 millones de euros; en su duración, 25 años con cláusulas de revisión y actualización cada 5 años; y también en su contenido.
Es un contrato de apoyo logístico por el que la española debe proveer al ejercito del Reino Unido tecnología puntera en el ámbito aeronáutico, como los posicionadores de carga (este aparato, desarrollado por el departamento de ingeniería de Einsa, es el único homologado en todos los aviones de combate de la RAF), además de prestarles servicios de mantenimiento y formación de personal.
Para cumplir mejor estos últimos cometidos, la española, que tiene su sede y la fábrica en Alcalá de Henares (Madrid), ha abierto una filial en el Reino Unido, en Peterborough, y mantiene equipos desplazados permanentemente en distintas bases de la RAF.
Entre los clientes de Einsa, en el ámbito militar, se encuentran además de los tres Ejércitos españoles, Guardia Civil y Policía Nacional, las Fuerzas Armadas de Canadá, Noruega, Bélgica, Italia, Holanda y Tailandia, entre otros, y participa en el desarrollo de proyectos como el caza europeo Eurofigter. En el ámbito civil, entre sus clientes figuran aeropuertos como los de Francfort y Berlín, aerolíneas como Iberia o Air Europa, grupos logísticos como TNT y fabricantes de aviones como EADS.
Fuente: El País
07.05.06

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