Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela entraron en una fase de turbulencia política tras la prohibición de George W. Bush de venta de armas y material militar al régimen de Hugo Chávez.
Estados Unidos adoptó esta decisión tras considerar que Venezuela no coopera suficientemente en la lucha contra el terrorismo. «Estamos certificando al Congreso que Venezuela no está cooperando totalmente con los esfuerzos de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo», dijo Eric Watnik, portavoz del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental.
Relación con Irán y Cuba
«Esto significa que las ventas estadounidenses y las licencias para la exportación de artículos y servicios a Venezuela, incluido la transferencia, no serán permitidas», señaló el portavoz, cuyo país importa 1,5 millones de barriles diarios de crudo del país andino, su cuarto proveedor.
El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, se declaró convencido de que el Gobierno venezolano «se ganó honestamente ese lugar» entre los países que no cooperan en la lucha antiterrorista, y no descartó que su Gobierno incluya al país sudamericano entre los que apoyan el terrorismo en su próxima revisión. El portavoz denunció las relaciones de Venezuela «con países como Irán y Cuba, que apoyan el terrorismo, comparten informaciones de inteligencia, por lo que nos resulta muy difícil trabajar con ellos en antiterrorismo».
Factor de inestabilidad
En el informe anual sobre el terrorismo en 2005, dado a conocer a fines de abril, el Departamento de Estado dijo que «Venezuela virtualmente cesó su cooperación en la guerra mundial contra el terrorismo».
En enero pasado, Estados Unidos ya había intervenido sin reparos para prohibir la venta a Venezuela de armas o material militar con tecnología norteamericana por parte de terceros países como España o Brasil. Washington negó entonces al Gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero la licencia para la venta a Venezuela de 12 aviones militares con componentes norteamericanos, al considerar que el gobierno del presidente Chávez contribuía «a la inestabilidad regional».
El mayor problema para Rice
Paralelamente, alertó sobre el peligro de la venta de material militar a Venezuela por Brasil, que contemplaba a entregar a Caracas 36 aviones Super Tucano y de entrenamiento hechos por Embraer y que requieren tecnología estadounidense. En cambio, Washington no pudo impedir la venta de 100.000 fusiles de asalto Kalashnikov a Venezuela por parte de Rusia, aunque dichas armas todavía no han sido entregadas al país sudamericano.
En los últimos meses, Estados Unidos alzó la voz contra Hugo Chávez y su gobierno. La secretaria de Estado Condoleezza Rice dijo que Venezuela era «el mayor problema de la región» y llamó a los países de la zona y a sus aliados en el mundo a crear «un frente» para contrarrestarlo.
Chávez niega represalias
Por su parte, el jefe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, John Negroponte, acusó a Chávez de buscar relaciones militares «más cercanas» con Irán y Corea del Norte, los dos países restantes del «eje del mal» enunciado por el presidente George W. Bush.
Desde Londres, Hugo Chávez raccionó inmediatamente y consideró la decisión de Estados Unidos como «una manifestación de la política del imperio contra países pequeños de la Tierra», aunque se apresuró a precisar que no iba a suspender las exportaciones de petróleo a Estados Unidos. «Yo tengo conciencia de mi responsabilidad», declaró Hugo Chávez, afirmando que suspender los envíos de petróleo a Estados Unidos «sería una locura» que llevaría el precio del petróleo «arriba de 100 dólares el barril», dijo.
Venezuela, al nivel de Cuba
En América Latina sólo Cuba figura en la lista de estados que fomentan el terrorismo, e incluye también a Libia, Sudán, Irán, Corea del Norte y Siria. Venezuela es uno de los principales abastecedores de petróleo de Estados Unidos, pero las relaciones entre Hugo Chávez y el gobierno del presidente George W. Bush se han deteriorado severamente en años recientes.
Considerado en el informe 2005 del Departamento de Estado sobre terrorismo en el mundo como que tiene «afinidad ideológica» con las guerrillas colombianas de las FARC y ELN, Hugo Chávez ha rechazado esa calificación y llamado a George W. Bush «terrorista» y criticado la política exterior de Washington, particularmente en el mundo árabe.
Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y ELN (Ejército de Liberación Nacional) son consideradas organizaciones terroristas por el Departamento de Estado, junto con el tercer grupo armado colombiano, los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).