Homicidio principal causa de muerte en capital salvadoreña

Agence France Presse
SAN SALVADOR
El presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, afirmó ayer que las pandillas son las principales causantes de la ola de homicidios que abate al país donde priva un clima de »desprecio por la vida» y en donde ocurren unos diez homicidios a diario.
»La mayoría de homicidios en este país corresponde verdaderamente a las pandillas, ese es el principal dolor de cabeza, basta que se vea cada muerto y se ven tatuados, pertenecientes a maras las cuales se están disputando liderazgos», aseguró Saca en una rueda de prensa.
Recientemente organismos humanitarios se declararon preocupados por el alto índice de homicidios del país, un fenómeno que entre enero y abril pasados dejó unos 1.143 fallecidos, según cifras de la Policía Nacional Civil (PNC).
Según Saca en el país se vive un clima donde esta acentuándose un fenómeno de «desprecio por la vida».
»Hoy es fácil que cualquiera sea contratado como sicario para quitar del camino a una persona», afirmó el mandatario, quien es criticado por instituciones humanitarias, entre otras, por su ineficacia en el combate a la violencia delincuencial.
»Las frías cifras que mes a mes conocemos, no hacen más que preocuparnos y demuestran la inefectividad de las políticas represivas» del gobierno declaró a la AFP el miembro del directorio de la Fundación Estudios Salvadoreños para la Aplicación de Derecho (FESPAD), Ricardo Montoya.
Igual posición adoptó la no gubernamental Comisión de Derechos Humanos (CDHES), que señala que la violencia «hay que verla como el resultado de una serie de factores como la pobreza, la falta de oportunidades en el país».
»Factores como la pobreza, el desempleo, la desintegración familiar, son algunos factores que han incidido para que en el país haya violencia, pero por otro lado vemos que acá el gobierno ofrece represión y eso no funciona porque crea más violencia», aseguró el presidente de la CDHES, Miguel Montenegro.
Los dos últimos gobiernos de Francisco Flores (1999-2004) y el del actual presidente Saca impulsaron políticas de represión contra pandillas y delincuentes que han sido ampliamente publicitadas. El actual gobierno desarrolla la denominada política de »Super mano dura», criticada por organismos de derechos humanos por represiva.
Bajo el »Super Mano Dura» la policía con ayuda del ejército realiza redadas de pandilleros, así también las autoridades desarrollan un plan de búsqueda y detención de homicidas. Pese a esos planes la violencia no merma en el país.
El Salvador, de escasos 20,742 km2 y 6.9 millones de habitantes, cerró el 2005 con un total de 3,812 homicidio (10.4 por día), la cifra más alta de los últimos siete años, según las autoridades del Instituto de Medicina Legal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *