Estudiantes se alzan en Chile

Violenta jornada de protesta estudiantil concluyó en Chile con 725 detenidos y 14 heridos
Entre los heridos por pedradas y golpes figuran nueve policías, dos camarógrafos de la televisión, un fotógrafo y al menos dos estudiantes.
La presidenta Michelle Bachelet, que aún goza de niveles de popularidad nunca vistos en Chile, tuvo que hacer frente a su primer conflicto político de magnitud.
Ayer, más de 600 mil jóvenes entre 12 y 17 años, que cursan la educación media en Santiago y en las otras regiones del país, paralizaron sus actividades. Y, aunque en principio habían anunciado que su movilización sería pacífica, chocaron con la Policía en diferentes zonas de la capital, con un balance preliminar de al menos 725 detenidos y 14 heridos.
En Santiago, los enfrentamientos se iniciaron cuando los estudiantes –vestidos con el tradicional atuendo azul con blanco–, intentaron marchar hasta el Ministerio de Educación, vecino al palacio presidencial de La Moneda.
Los agentes policiales intentaron detener la marcha con carros lanza-agua y gases lacrimógenos.
Entre las demandas más urgentes que exigen los alumnos se cuentan: que sean gratis la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y el pase para el transporte público, que además quieren utilizar de forma ilimitada.
El petitorio de los estudiantes incluye otros temas más de fondo, como una reforma completa de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce), promulgada por la dictadura de Augusto Pinochet el 10 de marzo de 1990, un día antes de entregar el poder.
Demandas compartidas
Además, los escolares quieren que se modifique la jornada escolar completa (JEC) promulgada por el ex presidente Ricardo Lagos.
Lo paradójico es que las demandas son compartidas por el gobierno de la socialista Bachelet.
El conflicto se inició en la última semana de abril, con tímidas protestas de reducidos grupos de estudiantes de enseñanza media. Siguieron marchas de adolescentes que trataban de interrumpir el tránsito y llegar al centro de Santiago. Los carabineros (Policía) actuaron entonces con severidad y detuvo masivamente a cientos de jóvenes, que fueron puestos en libertad horas después.
Así fue creciendo el movimiento y extendiéndose a las ciudades de provincia. Tras el anuncio del Gobierno de que estaba dispuesto a negociar siempre que no hubiera violencia en las calles, los jóvenes ocuparon los establecimientos más emblemáticos. Al principio se trataba sólo de centros públicos de educación media dependientes de las municipalidades.
Pero esta semana la protesta incluyó a todos los estudiantes, incluyendo a los colegios particulares. Paralelamente, se dieron a conocer los dirigentes, en su mayoría militantes de partidos de la Concertación, la alianza de Gobierno.
En la tarde, los estudiantes accedieron a dialogar con el ministro de Educación, Martín Zilic, en la Biblioteca Nacional.
LEONARDO CÁCERES
PARA EL TIEMPO
DESDE SANTIAGO

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