RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
El gobierno estadounidense ha incrementado sus esfuerzos de enfrentarse a las pandillas en Latinoamérica a través de un programa de ayuda a los gobiernos locales, puesto en práctica por la Agencia Interamericana de Desarrollo (USAID)
En un discurso pronunciado ayer ante una conferencia continental de alcaldes y concejales, realizada en un hotel de Miami, el administrador delegado de la USAID, Adolfo Franco, reveló que un sondeo de la entidad de ayuda federal concluyó que al impacto de las pandillas en los gobiernos regionales, y la sociedad en particular, sólo se le puede hacer frente con un refuerzo de la ayuda a los gobiernos locales.
»Hemos terminado un estudio de las amenazas que representan las pandillas en El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y México, y concluimos que la forma de detener el aumento de la violencia de las pandillas a largo plazo sólo es posible con una mezcla de prevención, intervención y trabajo policial», dijo Franco.
Por ello, añadió, el pandillerismo debe ser enfrentado de una forma multisectorial que va mucho más allá de la policía local.
» Para la USAID, los esfuerzos de reducción del crimen están conectados íntimamente con la necesidad de reforzar los gobiernos locales y la reforma de los sistemas judiciales», enfatizó.
Franco también explicó a la audiencia de unos 2,000 alcaldes, concejales y funcionarios municipales que, pese a los esfuerzos de incremento de la convivencia democrática en la región, todavía quedan muchos escollos, los cuales en muchos casos se manifiestan a nivel local y están llevando las poblaciones a perder la fe en la democracia.
«Es cierto que al revés de lo que sucedía en los años 80 y principios de los 90, la América Latina que conocemos hoy es mucho más democrática. Los gobiernos civiles han sustituido a los militares prácticamente en cada país de la región».
Sin embargo, acotó, «la región de ningún modo ha salido de la oscuridad. Pese a todos estos progresos, los países siguen luchando contra los retos que limitan la legitimidad gubernamental y la estabilidad, así como el apoyo público a la democracia».
El administrador detalló una iniciativa de tres etapas para afrontar este cuestionamiento. Primero, a un nivel nacional, crear las condiciones de desarrollo de un ambiente de descentralización en temas como el desarrollo de códigos de impuestos municipales, reformas administrativas y fiscales.
En segundo lugar, trabajar con los gobiernos locales para mejorar su capacidad de proveer servicios locales de una manera responsable, equitativa y fiscalizable.
Por último, aumentar la participación ciudadana, transparencia y rendición de cuentas de los gobiernos locales. »La participación de la sociedad civil incrementa la efectividad y la eficiencia de la implementación de políticas y transforma las democracias en algo más pluralista, representativo y responsable», destacó Franco.
