Instan a gobiernos a reducir demanda de fusiles

Amnistía Internacional, Oxfam International y la Red Internacional sobre armas de pequeño calibre elaboraron un nuevo informe de la campaña «Armas bajo control», donde recomiendan a los gobiernos, con carácter de «urgencia»,
intensificar sus esfuerzos para reducir la demanda de fusiles de asalto, mediante la reforma de las fuerzas militares y cuerpos policiales, así como controlar la producción de armas bajo licencia.
El documento de 18 páginas, titulado El AK47: la máquina de matar preferida en el mundo, fue presentado al comienzo de la conferencia mundial de la ONU sobre armas pequeñas y ligeras en Nueva York.
Las tres organizaciones concluyen que es necesario establecer controles internacionales estrictos sobre la transferencia de armas y proponen «no autorizar la licencia de producción de armas cuando exista la posibilidad de que la transferencia de tecnología vaya a ser utilizada para violar» el Derecho internacional y «cuando no exista un contrato legalmente vinculante que estipule los límites de producción y los destinos de exportación permitidos para el producto solicitado».
«Toda exportación a otros usuarios finales que no figuren en el contrato original de producción bajo licencia tendrá que ser autorizada previamente por el proveedor de la licencia, así como por el Gobierno que le representa», proponen los tres organismos internacionales.
En el informe señalan que la producción de sistemas convencionales de armas en el exterior bajo licencia seguirá aumentando y hacen mención a la adquisición de 100 mil fusiles AK-103 por parte de Venezuela a Rusia. «El trato incluía también el montaje de las armas en Venezuela, con lo que hay que sumar a la ya larga lista, otro centro de fabricación de Kaláshnikov», refiere.
Destacan que el acuerdo generó controversia en EEUU por el temor de Washington de que las armas paren en manos de rebeldes colombianos. «No sería la primera vez que se suministran Kaláshnikovs a los rebeldes colombianos desde dentro de la región».
Como tercera recomendación, las tres organizaciones instan a los Estados a garantizar la seguridad de los arsenales de armas y municiones, mediante la implementación de unos principios básicos comunes. «Los excedentes de armas deben ser destruidos».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *