LESLEY CLARK / The Miami Herald
WASHINGTON
Vinculados por horribles tragedias, los padres de tres niños floridanos asesinados presenciaron ayer como el presidente George W. Bush firmaba una nueva ley destinada a incrementar la represión contra los depredadores de niños.
Inspirada en parte por los crímenes en la Florida, la ley requiere que los delincuentes sexuales convictos estén listados en un registro nacional y aumenta las condenas por los crímenes contra niños.
»Nuestro país comparte el insoportable dolor de las familias cuyos hijos han sido secuestrados o sufrido abusos», dijo Bush en la Casa Blanca. «Esta ley es un paso adelante en los esfuerzos del país para proteger a quienes no pueden protegerse a sí mismos».
La ley lleva el nombre de Adam Walsh, un niño de 6 años de Hollywood que fuera secuestrado y asesinado un día como ayer hace 25 años. Sus padres, John y Reve, convirtieron su dolor en una cruzada contra los depredadores de niños.
La ley crea un registro nacional disponible al público en el que se puede buscar por códigos postales. El registro ayudará a prevenir que los delincuentes se muden de un estado al otro para evadir la detección, dijo Bush.
»Hoy, la presencia de Adam se siente aquí con nosotros», indicó Reve Walsh. «Todo esto es para los niños. Le dice a los niños que son valiosos y que están atendidos y que nos ocuparemos de ellos».
El representante Mark Folley, republicano por Lake Worth que trabajó con John Walsh –famoso por su programa America’s Most Wanted — llamó a Walsh, el »coautor, si no el autor», de la ley.
La ley también requiere que los delincuentes sexuales usen dispositivos electrónicos en el tobillo cuando no se registren o actualicen sus direcciones con la policía, una provisión motivada por el asesinato de Jessica Lunsford, de 9 años, en el condado Citrus.
La ley también tiene un incentivo de $10 millones anuales para los estados que creen programas de tratamiento a los delincuentes sexuales que vayan a ser puestos en libertad. La provisión fue copiada de la Ley Jimmy Ryce de la Florida, creada en 1998 tras el secuestro, violación y asesinato de Jimmy Ryce en el sur de Miami-Dade.
»No dudo que va a reforzar la seguridad de los niños», dijo Don Ryce, padre de Jimmy, junto a su esposa Claudine.
Aunque los legisladores y activistas de la seguridad infantil elogiaron esa parte de la ley, una investigación del Miami Herald publicada en enero descubrió fallos en el programa de la Florida.
